Excesos

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Dije que hoy no iba a tomar y no es así, sabia que en la noche entre el alcohol y las luces la iba a necesitar para sentirme libre. La necesito, pero se que si me acerco me va a hacer lo mismo que la última vez y no quiero. No aguanto más, la necesito voy a ir a pedirle que me venda una pastilla. Lo tengo que agarrar en el baño que se que va a estar solo y más tranquilo.
Ahí va al baño, voy a apurarme así lo agarro.
Entro y lo encuentro meando en el urinal , me acercó, me ve, me saluda, le pregunto si tiene algo para venderme o convidarme , se ríe y mete su mano en el bolsillo del pantalón, saca una pastilla rosa, mis ojos se iluminan. Me pide que me acerque, se la coloca en la punta de la lengua y me invita a besarlo. No quería terminar como la otra vez pero no podía negarme a esa pastilla, la necesitaba.
Me mete la lengua hasta la garganta prácticamente solo para darme la pastilla , no me resisto, en el fondo este hombre es el dueño de mis fantasías . Pero no me gusta como me trata. Luego de ese beso y del regalo me da una palmada en las nalgas y me dice hoy te vas conmigo. Sin tiempo a responderle se sube los pantalones y me deja solo en el baño.
Salgo del baño y sigo con la noche, hoy vine solo. Mis amigos no querían salir pero yo quería distraerme.
Bailo solo en el medio de la pista. La gente a mi alrededor se desvanece y bailo como si no hubiera mañana.
Cuando reacciono ya están prendiendo las luces del boliche y él está en una esquina esperándome , viéndome divertido. Bajo la mirada encojo los hombros y me acercó a él. Me pregunta si la estaba pasando bien , asiento con la cabeza y me dice ahora nos vamos a divertir más, mi cuerpo se estremece y solo lo miro a los ojos para volver a bajar la vista al suelo.
Salimos y nos subimos a su auto. No emito una palabra, no estoy cómodo. El lo presiente y me dice que no va a pasar nada como la última vez, me pide perdón por lo qué pasó y me dice que fue un error compartirme así. Que quiere que sea solo para él, que en esa fiesta se dio cuenta que no quería que nadie más me tocara. Que ver como sus amigos se aprovechaban de mi cuerpo casi inconsciente lo acosa a diario. Que no se hubiera perdonado nunca haberlos dejado hacerme algo. Que lamenta haberme expuesto a eso. No lo miro, mis ojos siguen fijos a la ruta.
Se que no fue su culpa, yo solo me expuse a esa situación pero el la pudo controlar y voy a estar agradecido eternamente.
LLegamos a su apartamento, subimos y esta vez es diferente conmigo.
Me besa los labios y me dice que de ahora en más va a cuidar de mi.
No le creo nada de lo que dice, me dice que no quiere que me meta más porquerías, que limpio de todo soy más lindo, pero estoy roto por dentro y esto es lo único que me saca de mis pensamientos.
Me abraza y me lleva a la recámara donde me desviste y me acuesta en su cama. Lo veo desvestirse y pienso cómo puede ser tan sexy y malo para mi, si no lo hubiera conocido nunca me habría metido en este mundo de excesos.
Se acuesta a mi lado, no me busca para sexo esta vez.
Me vuelve a besar, me abráza y me dice que esta vez todo va a cambiar.
El calor de su cuerpo logra que me relaje y el sueño empieza a apoderarse de mi.
Me duermo y me obligo a creer que de verdad todo va a cambiar y esta vez si me va a querer de verdad.
Antes de él yo no era así, no necesitaba esta mierda para sentirme bien conmigo mismo. Pero el apareció y destruyó todo lo bueno e inocente que quedaba en mi. La diferencia de edad no era un problema para mi , pero para el sí.
Yo no dejaba de ser un nuevo juguete al que metió en su mundo e hizo hacer cosas de las cuales no me enorgullezco cómo vender mi cuerpo con otro dealer solo para que el pudiera hacer un trato mejor para su negocio.
El amor que le tengo, él lo esta matando poco a poco, ojalá esta vez sea diferente y las cosas cambien entre nosotros y no sea demasiado tarde para ambos.

Real sexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora