catorce

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2 semanas. 2 semanas habían transcurrido ya desde aquel día y nuestra interacción era casi nula. 

Las pocas veces que intercambiamos palabras fueron por cuestiones escolares y nunca pasaban de 10 palabras.

Y debo admitir que era mi culpa porque las veces que te acercaste a mí, yo salía huyendo como el cobarde que era. No sabía la finalidad pero creía que si lo evitaba, me ahorraba muchos problemas. Así que intenté mantenerme al margen por más que sentía que te debía una explicación. O más bien, una respuesta.

— Nos vamos en 5 minutos, chicos.

Escuché a los lejos. 

Maldición.

Dirigí la mirada a los autobuses escolares que estaban por partir con destino a un parque acuático.

¿La patética razón? Un evento escolar recreativo. 

Que lleven a estos niños a la iglesia, estaría mucho mejor.

— Suba con su grupo, profesor.

La voz del director detrás de mí me sacó de mis quejas mentales haciendo que tomara una pequeña mochila que había preparado la noche anterior. Me dirigí hacia el grupo de 25 individuos más escandaloso y que lamentablemente era mi grupo designado. 

Te busqué con la mirada y logré verte a lo lejos junto a tus compañeros mientras Carlos, el profesor de Informática, les daba órdenes. Aunque tú solo lo veías feo, como odiando su existencia.

No pude evitar reír ante tus gestos. Hasta tus intentos de caras desagradables, lucían tiernos. 

Me tenías sonriendo como un tonto incluso a la distancia.

Le dediqué una mirada a mi grupo y mi sonrisa desapareció. 

— Tony va a sentarme conmigo, estúpida. 

— Que se siente tu madre contigo.

El pobre Tony estaba siendo atraído hacia cada cuerpo mientras su cara mostraba una clara expresión en busca de ayuda.

Pobres brazos.

— Ni tú, ni tú...

Las miré reprobatoriamente.

— Tony, te sentarás junto a mí y se acabó. Ahora, hay que subir. 

Sus miradas se posaron en mí. Pero nadie se movía.

— Me da igual. Lo intenté... Quédense, luego no me lloren sus puntos menos.

Hablé tomando rumbo al autobus con reproches a mis espaldas siguiéndome.

A M E L I A ➟ AXOZERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora