veintinueve

552 45 19
                                    

No pude evitar sonreír como tonto.

Te veías preciosa.

— Madre mía, disimula un poco. 

Karchez yacía a mi lado.

— Oblígame.

— Es que te la comes con la mirada, por nuestro señor Jesucristo.

Reí.

— ¿Cómo andan?

Laia se acababa de unir.

— Fabuloso e irresistible como siempre.

Karchez alardeó. Menudo crecido. Reí nuevamente.

— Bien ¿cómo te va a ti? Luces agitada.

Le devolví la pregunta.

— Oh sí... tuve un pequeño contratiempo antes de venir.

Sonrió de lado.

— ¿Qué veían?

— A la novia de...

Idiota.

No dejé que Karchez continuara y procedí a darle un palmazo en la espalda.

Me vio furioso.

— Tenías un bichito, perdón.

Le sonreí inocentemente. 

Laia, un poco preocupada, talló la espalda de Karchez intentando reducir un poco el dolor. Él la veía como una salvadora. 

¿Sería prudente contarle a Laia nuestra relación? 

Mientras ellos estaban en su burbuja, desvié la mirada hacia ti. 

Ya no estabas sola.

Pude reconocer a un par de chicos que trabajaban contigo en el proyecto de la feria.

Estabas conversando animadamente y el verte así, hizo que mi corazón se estrujara de la felicidad.

¿Hace cuánto no te veía entablar conversación con alguien?

Lucías contenta. Y pude haberme quedado más tiempo admirándote pero la campana sonó. Largué un suspiro y me dirigí a mi primera clase.


(...)


— Y me emociona mucho ir ¿quieres venir conmigo a la fiesta?

Levanté la vista de las actividades que estaba calificando.

¿Fiesta?

— ¿No crees que es algo peligroso que nos vean juntos? 

¿Qué haría el profesor de Biología en una fiesta a la que claramente no fue invitado?

— Mmmmm ¿y si se los sugiero?

— ¿Sugerir que inviten al profesor de Biología? Amelia, amor, me hace feliz que quieras que asista contigo pero posiblemente sólo arruine su ambiente.

Reí.

— Ni que fueras un vejestorio.

Bufó.

— Oye, yo no dije que fuera por esa razón... ¿qué tratas de decir?

Te jalé hacia mí enarcando una ceja.

— Me refería a que se sentirán limitados con un profesor ahí. Aún cuando no estemos en la escuela...

Hablé. Me viste a la par que un puchero se formaba en tu cara.

— ¿Me pasas a buscar?

Reduciste la distancia entre nosotros. 

— Claro, yo me encargo de llevarte y dejarte, no quiero que nada malo te pase.

Sonreí.


(...)


Tonto, si tan sólo hubiera sabido.


 * * * * * * * * * * * * * * 

¡Viva el drama, viva el dramaaaaaa!

Yo: 

Ustedes: 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ustedes: 

¡Leámonos prontoooo!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Leámonos prontoooo!

Les quiero,

-Diana.

A M E L I A ➟ AXOZERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora