LOBO REY (Terminada)

1. "Huella de Lobo Rey"

Ésta historia está inspirada en la película irlandesa de animación; "Wolfwalkers" del director Tomm Moore.

Por supuesto que la historia estará adaptada por mí y será de temática mucho más adulta e influenciada por el género Omegaverse.

Gracias por su atención y los dejo con el primer capítulo:

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Whitney, Inglaterra, año 1540

Era agobiante para él estar encerrado en cuatro paredes. La nueva casa se podía cruzar de una punta a la otra en quince pasos. Una sola habitación en la que se encontraba la mesa, el fogón de leña, una bañera redonda de madera y la cama de su padre. Sobre ésta, suspendido en el aire por dos columnas de pino, estaba el altillo en donde Sasuke dormía, encima de un futón relleno de paja y con la única ventana de la vivienda; un pequeño cristal en forma redondeaba con vista a los tejados de la bulliciosa villa de Whitney y más allá, la muralla de piedra que supuestamente protegía a los ciudadanos. Para él no era más que una jaula gigantesca.

Criado hasta los quince años en las amplias planicies y bosques de Escocia, la vida citadina y ajetreada era una tortura. Odiaba quedarse en casa y hacer las labores que su padre le atribuía, odiaba ir a la iglesia todos los domingos junto a aquellos muchachos estúpidos y chicas emperifolladas y superficiales, que seguían tratándolo con desprecio, simplemente por ser emigrante.

Su padre, un talentoso cazador, decidió abandonar su granja tras la muerte de su segunda esposa y madre de Sasuke. Buscando un cambio drástico en su vida, fué contratado por Lord Danzo para erradicar una jauría de lobos que atacaban el ganado en las granjas que bordeaban la muralla. Por más que Sasuke insistía en acompañarlo en su trabajo, él se negaba rotundamente, lo que lo enfurecía a sobremanera.

Leyendo por quinta vez el mismo libro apoyado en el alféizar de la pequeña ventana, escuchó el chirrido de la viejas bisagras de la puerta, anunciando la llegada de su padre.

—Papá...— saludó y bajó del altillo, por una escalera estrecha de madera.

—Oh, Sasuke, ¿qué voy a hacer contigo?— se quejó el hombre, quitándose las pesadas botas en la entrada —¿Hiciste algo hoy además de leer y soñar despierto?

—No, nada— contestó con simpleza.

—Yo siento que tengas que hacer éste tipo de labores, pero necesito que al menos me ayudes con la casa— regañó —¡Mira como está el suelo lleno de polvo!— exclamó indignado.

—Que estuviese así nunca te molestó allá en la granja— rechistó, cruzándose de brazos.

—Ya no estamos en la granja, Sasuke— suspiró —Creo que es hora de encontrarte un trabajo, quizás en la taberna o ayudando en el cuartel. Tal vez así te endereces un poco.

—¿Por qué te empeñas? Sería todo más fácil si me llevaras a cazar contigo ¡Ya tengo dieciséis! rechistó —Déjame ir mañana, papá, sabes que soy bueno con el arco y el cuchillo.

—No— respondió escueto.

—¡¿Pero, por qué?! Allá en Escocia siempre te acompañaba...

—El bosque de Wyshwood es muy peligroso, no como el que conoces. Puedes perderte fácilmente y los animales son extraños.

—¿Extraños? No le temo a los lobos, padre.

—Si crees que son iguales a los de Escocia, estás equivocado, Sasuke. Los lobos rey que habitan éste bosque son feroces y gigantescos,— se quedó pensativo —...y muy inteligentes. Nunca he visto nada igual.