Rutina nocturna y sorpresa mañanera

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"Oh, y otra cosa más, si quieres que hagamos lo que sea solo dimelo, y si quieres que pare dimelo tambien, ¿trato hecho?"

Esa frase ronda por mi cabeza mientras miro el techo de mi habitación, eso fue muy considerado de su parte, suelo tener problemas conmigo mismo por actuar de forma tan sumisa a veces, se que no tiene nada de malo, y que puedo seguir siendo masculino, supongo que la opinión publica si que me afecta en algunas cosas. Sigo mirando el techo, mañana me toca ejercitarme, pero creo que lo haré ahora, me miro en el espejo de mi habitación y me pregunto si le podría gustar un cuerpo como el mio a Su, me pregunto cual es su tipo. Miro mi piel entre blanca y morena, las pecas por mi rostro y juego con mi pelo, la toalla azul me queda bastante bien despues de ducharme, pero tengo que secarme el pelo para devolverle los rizos ondulados. Perdido en mis pensamientos no me doy cuenta de lo tarde que se hace, me seco el cuerpo completo y me pongo el pijama, me tumbo en la alfombra y comienzo a hacer unos estiramientos, sigo con flexiones, abdominales, sentadillas... Acabo por tumbarme en la cama tras poner el movil a cargar y cierro mis ojos, durmiendome en un par de minutos.

Al despertar, veo las notificaciones de mi movil y al no ver ninguna me vuelvo a poner en la alfombra y hago un poco de yoga, en eso vibra mi movil y voy a alcanzarlo, aun en la posición de yoga, en cuanto leo el mensaje me derrumbo y cae todo mi cuerpo al suelo, ante el ruido viene mi madre a toda velocidad y me pregunta que pasa.

-¡Su va a venir!- suelto de golpe.

-¿Espera, quien es Su.... ¡ES LA CHICA! ¡OH DIOS MIO ES LA CHICA GRACIAS JESUS DE LOS CIELO! ¿¡QUE DEBERIA PREPARAR!?- mi madre responde como si vinieran a verla a ella.

Mi sumiso heteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora