Mi sumiso hetero

Hola, soy Lydia

Suena el timbre y me sonrojo tan solo con eso, mi madre va a responder a la puerte totalmente emocionada, solo para ver a la vevina del cuarto, mi madre le habla fingiendo su decepción y en cuanto se va suspira.

-Cariño, ¿no iba a llegar ya?- me dice mi madre.

-Si, igual se ha atrasado un poc- un rugido de motor me interrumpe, miro por la ventana y una moto ha estacionado en mi calle, el motorista se quita el casco y reconozco a Su, rapidamente me oculto y mi madre se prepara para recibirla, a los pocos minutos Su estaba entrando a mi casa, queria causarle una buena impresión asique esta vez iba en ropa informal, con una camiseta sin mangas, y un chandal de deporte, habia dejado mi pelo suelo y por su sonrisa al verme deduje que le gustó.

-¡Hola! Soy Lydia, soy la madre de Lur, tu debes de ser Su, ¿verdad? Encantada de conocerte- mi madre le sonrie dandole dos besos en las mejillas, me pierdo en mi cabeza viendo a Su, intento no sonrojarme, me vuelvo a perder en mis pensamientos y para cuando me doy cuenta Su está con mi mano en la suya, está depositando un beso en el dorso de mi mano, escucho el grito de felicidad mal disimulado de mi madre mientras mi cara se vuelve totalmente roja. Su me sonrie y aun con mi mano en la suya se dirige a mi madre.

-Disculpa Lydia, iremos Lur y yo a su habitación a hablar, ¿Podrías avisarnos cuando sea la hora de cenar por favor?-le sonríe y mi madre asiente feliz, me lleva a mi habitación mientras le indico por donde es.

Cierra la puerta y esta vez vuelve a donde mi y me abraza por la cintura.

-Te he hechado de menos, ¿Me has hechado de menos tu a mi?