Mi sumiso hetero

Proyecto inesperado

Toca el timbre, entro a clases y tras unos segundos de preparación me acerco a la mesa de Pablo.

-Hola Pablo, oye, ¿a ti te salió 19,45 kg/ml en el exámen de física? He preguntado y casi todos tienen resultados distinto- la voz de alguien me interrumpe-.

-¡Sentaros todos!¡Hoy os toca charla asique comportaros!¡A quien vea con tonterías llamaré a casa!- la directora va a seguir riñiendonos cuando la subdirectora aparece por la puerta-.

-¡Ya han llegado! ¡Todos al comedor en este instante!-grita la subdirectora, ¿Por qué esa obsesión de los de dirección por gritar?-.

Damien me toma del brazo y bajamos al comedor, de camino hablamos bajo para que los cotillas no se enteren.

-Van a hacer grupos, para trabajos.

-¿Cómo un proyecto?

Damien asiente y yo suspiro, por lo menos ya habíamos acabado la semana de examenes, llegamos al comedor y nos sentamos en una de las filas delanteras para poder escuchar algo.

La directora, seguida por la subdirectora y un par de profesores desconocidos aparecen frente a todos y comienzan a hablar, sorprendiendonos escuchando por primera vez las voces de el dúo de gritos, esta vez sin pegar gritos, sino que hablando con tranquilidad y una sonrisa, no de lado, sino que una falsa, seguramente esos profesores desconocidos eran personas importantes.

-Escuchad bien alumnos, este año hemos decidido que haréis un proyecto sobre distintos temas relacionados con nuestra ciudad, pero el proyecto no se hará en horas de clases, por lo que es completamente opcional, pero tambien subirá la nota depende de como lo hagais.

Sonidos de fastidio y quejas se hacen presentes por todo el comedor mientras yo pienso en mi 8,3 y Damien piensa en su 4,4. Nos miramos y enseguida decidimos que participaríamos ambos en el proyecto.

-A los que no os interese podeis volver a clase ya- en cuanto dice eso la subdirectora casi todos los alumnos se levantan, dejando un grupo de 10-15 personas sentadas-.