21. Estaré bien

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Había pasado dos meses y medio fuera de casa. Fuera del barrio privado de Chelsea, y pensando que estaba secuestrada en Londres, y en realidad estuve en Rusia en un barrio la cual no conozco, ni tampoco conocía el señor Charlie, ni Michael, ni Victor. Fue difícil localizarme, rastrearme. Esteban borro cualquier pista, dejo mi celular tirado en el momento en que me habían dormido y sacado de mi casa aquella tarde después de haber estado con Victor. Aquel día había echado a Susie, y me pidió que me quedara; hablamos, me pidió perdón, hasta me dijo las razones por la que siempre intento alejarme de él y que solamente me estaba protegiendo.

Yo no sabía hasta qué grado mi papa trabajaba con esta gente. Está muy claro que esas personas que son como Esteban no son simplemente "personas"; son monstruos que arruinan la vida de aquellas jovencitas que siguen estando encerradas ahí. Seguirán metiendo a mujeres de cualquier edad con tan solo ganar dinero para su propio bien ¿Y ellas? Simplemente harán el trabajo sucio, y no tendrán nada en sus manos. Las amenazan, y juegan con ella como si fuese un juguete que pueden divertirse cuando ellos quieran, sea gratis o pagar una noche entera para poder follarselas.

Por eso nunca quise saber lo que mi madre y mi padre hacían.... Yo sabía que era algo malo, muy malo pero no pensé hasta qué punto era lo que ellos estaban metidos.

¿No pensaron en mí? No pensaron que yo podía ser como aquellas chicas.

Esas grabaciones viendo a mama divirtiéndose como si lo que hacen ahí es lo más normal del mundo. Me hace dar asco sobre ella, sobre papá... me duele que se convirtieron en unas personas malas, perversas que gastaban dinero hiriendo a personas inocentes que iban engañadas a esa supuesta "empresa" Aller.

- Victor está bien. - Michael entra a la habitación.

En cuanto llegamos a Londres, lo trasladaron a Victor tenía una gran herida en su abdomen que por suerte pudieron detener la hemorragia que estaba teniendo.

Emanuel sufrió las peores consecuencias. Ni siquiera sabía que lo habían estado drogando, en su cuerpo estaba lleno de drogas que ni siquiera conozco, seguro lo hacían cuando yo estaba en ese estúpido cuarto con cualquier hombre que pagaban por estar conmigo.

- ¿Y Emanuel? - Lo miro.

Él niega, y baja su mirada apenado.

Los doctores me advirtieron que puede pasar algo peor. No quiero imaginarme que Emanuel podría morir, porque sé que estaba mal estando en ese sótano no sé qué mierda le hicieron mientras yo no estaba.

Cuando lo trasladaron. Tuvieron que ponerle oxígeno porque no estaba respirando, tuvo un paro cardiaco y eso es lo que yo estaba evitando, lo que mamá siempre evito que le pasara. Cualquier paro cardiaco que tuviese en cualquier momento él puede morir.

No hay nada de Emanuel que quede en él.

- Esto es mi culpa. - Pasó mi mano por mi cabello, y mis lágrimas brotan de mis ojos. - Debí haberme quedado con él...

- Ashley te tenían amenazada, cualquier cosa que vos hubieses hecho las cosas hubiesen sido peor.

- Lo drogaron Michael. - Mi voz tiembla. - Y yo confiaba que lo estaban cuidando. Es un niño, está enfermo... ¿Cómo pudieron hacerle eso?

Michael se sienta cerca de mí, y pasa su brazo detrás de mis hombros. Me atrae hacia él abrazándome.

- No sé qué voy hacer con él... si muere...

- Él no morirá.

- Si Michael. - Lo miro. - Emanuel no puede tener un paro cardiaco por su enfermedad, los doctores que estaban siempre con él revisándolo la chance de morir por un paro cardiaco es mayor.

Sin Control [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora