Todos estaban pasando por control de seguridad, el mariscal les había pedido estar alerta, hace un año un evento ocurrió y ocurrieron varias bajas, no se podían permitir que eso pasara otra vez.
Subieron al avión, tomaron asiento en sus respectivos lugares y pudieron tomar un pequeño respiro, una vez el avión despegó se calmaron un poco más, aún sin bajar la guardia.
-Dormiré un poco, avísame cuando lleguemos -Dijo Zero a Viktor mientras colocaba un cojín detrás de su espalda.
-Pensé que podríamos hablar.
-¿De qué hablaríamos? -Dijo con los ojos cerrados.
-Bueno, el otro día te vi entrar en la habitación de la general.
-Ah, sobre eso, me explico unas cosas.
-¿Qué cosas?
-Un día pensé, que podría hacer como cuando Katerina, si podía curar sus lesiones, nos serviría de mucho.
-¿Y luego?
-No me permitió hacerlo, dijo que curar no era lo único que hacía y no se podía arriesgar.
-Ya veo, gracias por contarmelo.
-¿Y tú?
-¿Yo?
-Si, estoy seguro de que todos hemos ido a ver a la general al menos una vez estos meses.
-Tienes razón, yo le pedí un consejo, para dirigir de la manera correcta mi arma.
-Oh, con que por eso eres tan bueno con ella, sabía que tú solo no podrías hacerlo.
-Tienes razón, no podría. Pero, por suerte la general sabe usar todas las armas, demasiado bien.
-Debe ser duro.
-¿Qué cosa?
-Tener tanto peso sobre tus hombros, quiero decir, al no ser parte oficial del ejército, el mariscal y la general tienen demasiado que hacer, además tienen que lidiar con las personas que aún no nos aceptan -En ese momento Zero abrió sus ojos, miraba a la pantalla que estaba frente de el, en las noticias, como siempre, había un apartado de ciertas luchas, no físicas, de parte de los que estaban de acuerdo y los que no, de que voluntarios se ofrezcan para ir a pelear la guerra que Rusia aún continuaba por demasiados años.
-¿Por eso entrenamos, no?, Al final, todos queremos que esto termine.
-Debemos apoyarla, a tenido demasiado para si sola durante mucho, y su infierno no acaba -Una vez más, Zero cerro sus ojos, esta vez colocando audífonos en sus oídos, esperando un sueño próximo.
Viktor siguió viendo las noticias por un rato, veía ese apartado cada vez que podía, ahora en especial se hablaba de la ausencia de la general y lo que había causado públicamente. Después de un tiempo se canso de verlas y apagó aquel televisor.
Volteo a su alrededor, no había nada fuera de lo común, todos estaban tranquilos así que decidió dormir un poco.
Faltaban pocos minutos para aterrizar, llegó un momento en donde todos en el avión estaban dormidos, a excepción de una persona. Está persona al ver a todos dormir pacíficamente se paró de su asiento, y poco a poco avanzo hacia los baños. Entro a uno, mientras estaba dentro una explosión resonó por todo el lugar.
Todos se despertaron inmediatamente y se dieron cuenta de lo que pasó, la mayoría comenzó a entrar en pánico y solo pocos de ellos trataron de calmar a los demás. El avión iba en caída y tenían que pensar en algo.
-Boris, ¿crees que puedas hacer un escudo y protegernos? -Dijo Katerina mientras calmaba a un niño.
-Podría intentarlo, pero no te puedo asegurar nada.
-Será mejor que lo intentes, no queremos morir hoy -Abrazo al niño lo más fuerte que pudo, en ese momento su madre se encontraba inconsciente como varios pasajeros más.
Mientras todos ayudaban con los pasajeros, Kyo marcaba el número de la general intentando contactarla, pero fue visto por el mariscal y colgó la llamada.
-¡O-oiga!
-No la necesitamos.
-Un avión está cayendo, creo que es bastante obvio que la necesitamos.
-No, ella está ocupandose de unos niños.
-Disculpeme mariscal pero creo que esto es de mayor importancia.
-Eso lo decidiré yo, ahora ve y ayuda a los demás.
Kyo aún inseguro de la decisión del mariscal obedeció la orden que le dió.
El mariscal camino hacia los demás y llamo a Boris y Zero al frente del avión, dónde se encontraban el piloto y copiloto. Este le dió claras indicaciones a Boris de que hacer y como hacerlo, así que comenzó con la misión que había puesto en él. Boris creo un escudo lo suficientemente grande para cubrir la parte delantera y la de debajo del avión.-Ahora tu, ayúdalo -Dijo viendo a Zero.
-¿Yo?
-¿Le estoy hablando a alguien más?
Zero tragó saliva por la forma en que dijo aquello, dió unos pasos hacia Boris y paro en seco, no sabía que hacer exactamente así que volteo a ver al mariscal esperando instrucciones.
-Concéntrate, tienes que hacer que su escudo cubra absolutamente todo.
-¿C-cómo se supone que haga eso?
-Cierra los ojos, visualizalo, conectate con tu héroe, Galina.
-Lo intentaré.
-Lo siento, olvidaba mencionar que también tienes que frenar poco a poco el avión, por si acaso.
Zero se quedó estupefacto, nunca había hecho algo así y ahora tenía que, junto a Boris, salvar a todo un avión.
Cerró sus ojos como le había dicho el mariscal, pensó en lo que quería hacer, en ese momento su corazón empezó a sentirse frío, como si estuviera hecho de hielo. Miles de cosas pasaron por su mente, pero en ese momento la única que importaba está frente a el y tomo su oportunidad.
El avión comenzó a bajar la velocidad en la que caía, conforme al tiempo que pasaba en el aire bajando de velocidad menor era el impacto que recibía el escudo que habían creado.
Todos habían aterrizado a salvo, pero inmediatamente comenzaron a transportar a todos a un hospital cercano, al fin y al cabo, no podían esperar que alguna ambulancia llegará, podría empezar un escándalo si se sabía que los reclutas de la general estaban involucrados.
Tan pronto como llegaron al hospital lo hizo la prensa, el mariscal fue con ellos a tratar de calmarlos y explicarles lo sucedido, aunque pareciera imposible por tal suceso. Los demás se quedaron dentro tratando de evitar entrar en contacto con la prensa, aún no estaban listos para algo así.
De repente, unas personas de mediana edad entraron al lugar y fueron directamente con los chicos, pudiendolos identificar de inmediato.
—Disculpen la molestia, ¿son ustedes las personas que la general Zoë a estado entrenando? —Habló primero un hombre algo robusto, tenía un aspecto algo intimidante, para hacer que no supieran que decir de inmediato.
—Si, somos nosotros, ¿Y usted quién es? —Dijo de repente Viktor, mirando de una forma superior a aquel hombre, como si tratase de decirle que no le afectaba en absoluto su presencia.
—Lo averiguaras pronto, muchacho.
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Abyss war (Corrigiendo)
RandomDurante la primera guerra mundial, en Rusia surgieron 7 personas con poderes especiales, al final de esta solo sobrevivió una. Ahora el mundo a sido infestado por los crowners, humanos dotados con poderes distintos que surgieron de una gota de sangr...