CAPITULO 27

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La mirada de la general volvió hacia Zero, trataba de ponerse en pie, pero le era imposible.
Una lágrima empezaba a escaparse de su mejilla, pero ella la reprimió, tenía que encargarse de algo primero.

Su mirada ahora no mostraba nada, con cortos pasos se acercaba a Alice, la contraria solo esperaba un movimiento de la general.
El aire dentro empezó a cambiar, un fuerte viento azotó en el lugar, junto con el, el vestuario de la general comenzaba a cambiar.
Una máscara que cubría todo su rostro apareció, era dorada, con algunos detalles en rojo, al lado de esta también había un pequeño adorno con formas de flores, pero lo que más destacaba era la parte d ella ojos, era un rojo demasiado intenso.
Seguía caminando a la misma velocidad, mientras un kimono comenzaba a vestirla, igual que sus ojos ahora, era rojo, la parte del pecho era de cuero, en su hombro derecho tenía una rosa carmesí. Todo aquel kimono estaba adornado de acuerdo a su título, "la princesa de las rosas carmesí".

Sus pisadas ahora dejaban un pequeño rastro de pétalos, pero estos desaparecían solo unos segundos después.
Alice mostró una pequeña sonrisa, ella pensaba que una batalla entretenida tendría lugar, se divertiría, al menos eso pensó.
Invocó más de los que antes había hecho, mientras ellos se acercaban el cabello de la general cambió, su corto cabello castaño ahora era largo y rubio, casi dorado, alzó la vista hacia los recién invocados, con su mano derecha desenvaino una katana, en cambio de todo su atuendo, esta no combinaba, con solo un movimiento de ella todos ya estaban en el suelo, incluso desapareciendo.

La pequeña sonrisa de Alice ahora mostraba una mueca, ahora tenía por seguro que seguir invocando más de ellos no serviría, así que decidió ir por ella misma.
Se acercó a la general decidida, levantó su espada hacia ella y dió un golpe, pero la mano con la que sostenía ahora estaba en el suelo.
Giró hacia la general, una mala elección, esta comenzó a hacer innumerables cortes en ella, todo su cuerpo se desfiguró con el total de cortes que había en ella, pero no eran suficientes para que ella muriera.

La general la dejó en el suelo, plantó su katana en el suelo, y ese solo movimiento hizo que todas las paredes cayeran.
Alice pudo ver a su familia observándola, con dolor en su corazón comenzó a llorar, por ella y ellos, la general había alzado su arco al cielo.

—¡Porfavor no lo hagas, son lo único que tengo!

—Es una pena.

La general disparó su flecha al cielo, cuando estaba en el punto más alto se separó en un cientos de partes, una para cada ser que estaba alrededor, caía en dirección a cada uno, menos los que antes estaban dentro del edificio.

—¡Te lo suplico, para! —Desesperadamente Alice tomó el tobillo de la general, que ahora solo estaba expectante de lo que pasaba.

—Eso debiste pensar antes de hacer lo mismo a mi familia.

La flecha, ahora en partes, impacto como estaba previsto, solo fue cuestión de tiempo para que ya nadie quedara de pie.
Alice no podía creer lo que veía, ya no tenía nada, y su vida terminaría pronto, dentro de ella solo había culpa y dudas hacia su padre, la envió a ella y a su familia hacia su muerte.

—¿Últimas palabras?

—Yo...

—Adiós.

La general clavó su espada en su cabeza, no pudo terminar su frase. En su cabeza había millones de maneras más para ponerle fin a su vida, pero ahora no quería preocuparse en ello.

Caminó donde Zero, Kyo y Viktor estaban tratando de hacer algo, pero no encontraban la manera de hacer que se recuperara.
Katerina tenía a Boris en brazos, ahogaba sus lágrimas en su cuello, lo tenía abrazado, como si ese fuera el último abrazo que tendría de su parte.

Abyss war (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora