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Sentí como me daba un viento suave en la cara y abrí los ojos perezosamente

-si, eso es puro desmayo de embarazo-

Mire a la vecina de al lado de mi casa, quería decir que eso no es cierto pero sentí una mano sobre mi hombro voltee a mirar de quién era y Luisa nego con la cabeza

-ya lo intente, ¿Te sientes mejor?-

Yo suspiré y asentí levantándome lentamente de la cama de quién sabe quién

-si, creo que fue un mareo de algo-

-embarazo-

Afirmo la vecina, no me aguante más y le dije que no estaba embarazada, pero ella no me hizo caso y dijo que eso mismo le pasó a ella con su primer embarazo

-¿Podemos hablar a solas?-

Pregunto Luisa a la vecina y ella salió del cuarto dejándonos solas

-¿Crees que si pueda ser?-

Susurro Luisa y por suerte fue lo suficientemente entendible

-no se...no creo-

Ambas nos quedamos en silencio por un momento hasta que Luisa volvió a hablar

-una prueba de embarazo-

Yo la miré a los ojos, asentí y así que el mismo día fuimos, esperamos los resultados para el otro día y cuando los fui a reclamar la busque para que lo viéramos juntas.

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-¿Estás lista?-

-para nada, me tiemblan las manos...¿Quieres abrirlo tu?-

-si-

Luisa tomo el exámen con cuidado y lo abrio lentamente torturandome en cada segundo que pasaba, lo leyó detenidamente y cuando su expresión se puso algo triste pensé que si lo estaba pensaba que había salido positivo y por eso estaba así

-es...¿Positivo?-

Ella me miró y cambio su expresión por una más sonriente

-no, no lo estas-

Me sentí un poco más calmada después de eso, pero ella se veía triste

-¿Tu...si querías?-

Sus mejillas se pusieron rojitas y volteó a mirar a otro lado

-ya no importa-

-si querias-

Sonreí por lo tierna que se veía intentando evadir mi mirada por la vergüenza

-no puedes juzgarme, ya me había imaginado una vida con nuestros cachorros-

Mi corazón se aceleró cuando la palabra "nuestros" llegó a mis oídos, mi sonrisa se hizo aún más grande que antes y nos abrazamos un rato, talvez eso de tener hijos no suene tan mal.

Conquistando A Luisa MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora