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-Luisa, ya para-

Le dije entre risas provocadas por sus besos traviesos en mi cuello, estábamos "bañandonos" para ir donde mis papás pero estaba más cariñosa de lo normal.

-amor, ¿Escuchas eso?-

Yo me quedé en silencio pero no escuché nada

-¿No?-

-exacto, deberíamos aprovechar que no hay nadie en casa-

Yo sonreí y acaricie su mano.

-tambien quiero pero dijeron que era importante, sigamos en la noche-

-¿Una ahora el resto en la noche?-

No me dió ni tiempo de responderle porque ya me estaba metiendo la lengua en la boca, sus manos viajaron hasta estar detrás de mis piernas y me levanto en el aire, nos separamos del beso, ella se llevó mi labio inferior y me dió un piquito, nos íbamos a volver a besar pero le puse un dedo en los labios.

-nada ahora el resto en la noche-

Ella sonrió y me dió otro besito para luego bajarme y que nos terminaramos de bañar.

Nos pusimos ropa limpia y salimos de casita.

-¿Y si nos quedamos en la casita, acurrucaditas, solitas, nosotras nada mas?-

Yo solté una risita y apoye mi cabeza sobre su brazo con una sonrisa, sin duda estaba bastante extraña y quién sabe porque.

-¿Que te pasa amor?, Estás bastante melosa hoy-

Le pregunté queriendo saber la razón de tanta felicidad 

-con tremenda cosita a mi lado, ¿por que no lo estaria?-

Me sobresalté cuando sentí una mano en mi trasero.

-¡Luisa!-

-¿Que pasa?-

Yo negué con diversión cuando la ví contenerse una carcajada, llegamos donde mis papás más rápido de lo que quisiera y entramos a la casa, para eso Luisa ya había cambiado la mano de posición a mi cintura.

-hija mia-

Extendí mis brazos para darle un abrazo a mi mamá con felicidad pero ella me ignoro y abrazo a Luisa.

-buenos tardes señora-

Le respondió ella mientras le correspondía el abrazo y me miraba con una sonrisa nerviosa, me aclare la garganta con el seño fruncido y mi mamá me miró.

-hola bebé, ¿Cómo sigue?-

-bien ama-

Murmuró algo a lo cual no le tome mucha importancia, luego se inclino frente a mi y comenzar a hablar con mi barriga, estuvo hablando con mi panza como 15 minutos hasta que me aleje para irme a sentar.

-¿Que es lo tan importante?-

Mi mamá se sentó a mi lado después de haber traído galletas con café para ellas dos y un vaso grande de arroz con leche para mí.

-sus hermanos viene-

Me atragante apenas escuché esas tres palabras y mientras Luisa me daba agua mi mamá hablaba de lo felices que iban a estar con la noticia...esto no era nada bueno.

Conquistando A Luisa MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora