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-¿Estas segura?-

Yo asentí con la respiración agitada después de estarnos besando por varios minutos.

Quise seguir con el beso pero ella se alejo de mi

-¿Que pasa?...¿Tu... no quieres?-

Ella nego con la cabeza y me dolió el pecho por eso, baje la cabeza mientras me aguantaba las ganas de llorar

-esta bien-

Dije con la voz quebrada por intentar aguantarme las lágrimas

-amor no es eso, si quiero hacerlo pero no estoy segura por ya sabes-

-no importa, no es necesario que me des explicaciones, yo entiendo, de todos modos no puedo obligarte a hacerlo si no me deseas ¿No?-

-pero amor, yo si te deseo, te deseo mucho-

Yo tomé una respiración profunda, la miré a los ojos para demostrarle que no me afectaba que no me quisiera pero apenas solté el aire me puse a llorar como si me fueran dado la peor noticia de mi vida.

-ya no me quieres, solo dices eso para no hacerme sentir mal-

-eso no es cierto amor-

Ella me tomo de las manos para que me calmara

-no sabes las ganas que tengo por hacerte de todo, cada día estás más hermosa y solo quiero tenerte en mis brazos para no soltarte nunca, hacerlo todo el tiempo que desees, como quieras, en las posiciones que sea-

Mis mejillas debían de estar rojas por todo lo que escuche.

-¿entonces porque no lo hacemos?-

-no quiero lastimarlos amor-

-pero no pasará nada-

-¿Segura?-

Yo asentí y como si solo quisiera escuchar eso ella se abalanzó a mis labios, besándome bien intenso.

Me fue acercando a la cama y cuando mis piernas chocaron contra la base  el colchon me acostó sobre ella mientras me besaba.

Claro que la barriga en medio dificultaba las cosas pero ya habíamos llegado hasta ahí me negaba a no terminarlo.

-me dices si te duele mucho y paramos-

Yo asentí con la respiración más descontrolada que antes, abrí las piernas cuando me quito mi ropa interior.

Todo era perfecto, unos cuantos besitos, manoseadita de bubis por aquí, varías embestidas por haya, pero algo, ese algo o más bien dicho esa sola frase hizo que dejara de estar mirando las estrellas para mirar a Luisa con la boca abierta.

-mierda, estás tan apretada, no sabes cuánto quería hacertelo-

-Luisa... Uuh ¿De aquí a cuando tú dices Groserías?-

Ella pareció pensarlo por un momento e incluso la velocidad de las estocadas fue mermando, al final solo also los hombros restándole importancia y continuo con un ritmo más rápido.

Me estaba debatiendo mentalmente entre decirle a Luisa que teníamos que ir donde mis papás o dejarlo así y seguir con la tercera ronda, obviamente mi lado responsable salió a la luz y en la cuarta ronda se lo dije.

Conquistando A Luisa MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora