Ahí esta. Es tan guapo que me hace querer vomitar. En el buen sentido de la palabra. Es Georg Listing. Uno de los chicos más mencionados en la escuela. No por su dinero o su físico, sino por las cosas que hace. Yo no creo ninguno de esos chismes, él no puede ser malo. Es parte de un grupo de adolescentes rebeldes sin causa. Siempre están en boca de todos, que si quemaron esto, que golpearon a tal o en casos extremos que si mataron a alguien más. Mentiras.
Esta volteando para acá.
Aparto la vista y veo a mi cuaderno. Cálculo. No me encantan las matemáticas pero les entiendo y se me hacen muy fácil. Si, soy considerada una nerd. No es sólo porque se de matemáticas, si no porque mi mejor amiga es la capitana del grupo de matemáticas. Bueno, no la culpo. Ella ha sido mi amiga desde el preescolar.
Veo a Georg caminar hacia la salida, pasa cerca de mi mesa y finjo que no lo vi. Aunque creo que es inevitable, mi mirada es tan acosadora que Kara, mi amiga nerd, me ha regañado por eso.
"Roh deja de verlo. Pareces una psicópata".
Me cuelgo la mochila en el hombro y camino fuera de la cafetería. Ahí esta Georg, cerca de mi casillero. Mierda. Respiro profundo y camino hacia el casillero, pongo la combinación y lo abro. Suelto de poco a poco el aire que estoy reteniendo. Escucho que uno de sus amigos le dice algo.
—Tiene que ser hoy, no podemos dejar pasar más tiempo.
Cierro el casillero y camino a la salida de la escuela. Mis dos última clases son de literatura y la maestra no va a llegar.
Esta tarde iré a la biblioteca a estudiar un poco y luego Kara y yo tendremos una sesión de amigas toda la noche en su casa. Si. Fiesta de pijamas.
Voy a la biblioteca de la ciudad y me sumerjo en los libros de historia y biología que la señorita bibliotecaria puede darme. Saco notas y las escribo para estudiar más fácil en casa.
Salgo de la biblioteca a eso de las seis de la tarde. Tomo un autobús a la casa de Kara. Me bajo afuera de una reja grande del condominio. Camino por un atajo que me lleva a la calle donde vive Kara. Esta sólo, pero no me da miedo. He pasado muchas veces por el mismo sitio, me lo se de memoria.
Paso por las mismas calles que me llevan hacia su pequeño hogar. Su casa es más hogareña que la mía. Su madre cocina y su padre ve televisión. Mis padres se la pasan discutiendo todo el tiempo. Desde los once años aprendí a no meterme en sus problemas por más que quisiera.
Al cruzar por el callejón, escucho voces. Que raro. En esta zona no puede haber vagabundos, es un condominio privado. No puedo distinguir muy bien de que trata el tema que están hablando. Me acerco un poco más y hay una esquina que dobla a la derecha, ahí están las personas. Son altas. No pueden ser mujeres. Veo que están golpeando algo, pero no se que es. De pronto una de las personas se mueve y me deja ver lo que esta en el piso. Es un chico. Y esta lleno de sangre...
Mi celular comienza a vibrar. Un mensaje. Lo leo y es Kara, diciendo que sus padres han estado discutiendo y que es mejor dejar para otro día la fiesta. La entiendo perfectamente. Guardo el móvil y regreso la vista a las personas. El del suelo no se mueve. ¿Esta muerto?
—Esta muerto– dice una de las personas que están ahí.
¡Dios! Me tapo la boca para no gritar y salgo corriendo de ahí. En las películas no es bueno estar en este tipo de situaciones. Golpeo uno de los botes de basura y me maldigo mentalmente. Por este tipo de cosas es que no es bueno estar en estas situaciones. Me sobo la pierna donde me he golpeado y miro hacia atrás. Ahí esta una de las personas del callejón. Me ve y señala a mi. Mierda.
—¡Atrapen la!
Corro hacia la salida del callejón mientras me persiguen. Mierda, ¿por qué a mi? No hice nada malo, Dios. Esquivo todos los botes de basura y tiró algunos para que les estorbe en el camino a mis perseguidores.
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Waiting for a girl like you
Novela Juvenil❕HISTORIA RE SUBIDA, EDITADA Y EN PROCESO DE TERMINAR❕ Roh Miller ha estado enamorada de Georg Listing desde el día en que lo vio por primera vez. La gente habla mal de él por las cosas que hace, cosas que Roh no quiere creer. Hasta que un día, se d...