Capitulo 16

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—¿Qué te pasa cariño?

Mi tía entra a mi habitación con una bandeja de comida en las manos. Estoy en mi cama, envuelta en las cobijas y sin querer salir.
No fui hoy a la escuela y he tratado de evadir a Kara. No pienso contarle lo que me pasó.

—Tengo frío– le digo, mientras me acurruco más en las gruesas cobijas.

—Te traje un chocolate caliente y unos panecillos de chispas de chocolate– deja la bandeja encima del mueble que está a un lado de mi cama.

—Gracias tía.

—Ayer cuando llegué no estabas. Traté de marcarte pero decía que estaba fuera de servicio, ¿donde estuviste?

—Con unos amigos... Pero uno de ellos me hizo una broma y me quitó el teléfono. Tuve que buscarlo por toda su casa.

—¿De verdad? Llamé a Kara y me dijo que no estaba contigo.

—Ah es que Kara no se junta con mis amigos, le parecen tontos y muy locos– la mirada de mi tía se vuelve curiosa–. No locos en el mal sentido.

—Muy bien, no te creo nada de lo que me estas diciendo– grito de desesperación en mi mente.

—Pero es la verdad, estuve en la casa de uno de ellos. Hasta hicimos galletas– salgo de las cobijas y voy a mi mochila donde está guardada la bolsa de galletas que Bill, Gustav y yo intentamos hacer.

Se las doy a mi tía y veo que me ha creído. Ve las galletas y hace una mueca de disgusto.

—¿Qué se supone que es?– me dice señalando la galleta deforme.

—Un árbol de Navidad.

Se ríe y me deja sola en mi habitación.
Mi teléfono vuelve a sonar y es Kara. Tengo que contestar, si no se enojará más de lo que seguramente está y tendré que hacer que se ponga feliz.

—Hola– respondo.

—¿Hola? ¿Sólo un maldito "Hola" vas a darme? ¿Después de que te marqué un millón de veces tu respondes y me dices "Hola"?

—Lo siento, no quería evitarte– mierda, ¿por qué dije eso?

—¡Entonces estas aceptando que me has estado evitando!– me grita y tengo que alejar mi teléfono de la oreja.

—No. ¿Dónde estas?

—En mi casa no fui a la escuela. ¿Dónde estas tú?

—En la escuela.

La puerta se abre de golpe y una muy enojada Kara me mira. Por favor hoy no.

—¿Enserio? Porque una persona exactamente igual a ti esta acostada en tu cama. ¿Puedes creerlo?– cierra la puerta de un golpe y en tres zancadas esta frente a mi.

Cuelgo el teléfono y me resigno. Voy a tener que escuchar sus reproches.

—Mientes, estas mintiendo. A mi– se señala- que soy tu mejor y única amiga.

—No te lo tomes tan personal Kara...

—¿Personal? Me prometiste que nunca me volverías a guardar secretos y cuando me mientes estas guardando te algo que no me quieres contar.

—Simplemente no me siento bien, estoy confundida, aterrada y muchas cosas que no entiendo.

—¿Y que yo no estoy aquí para darte alguna solución? ¿Yo que soy para ti? ¿Tu amiga cuando te conviene o algo así?

Salgo de las cobijas y me siento al borde de la cama.

—Kara, alto. No te pongas así, estas mal entendiendo todo.

Waiting for a girl like youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora