Capítulo especial (parte 1)

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Ha pasado casi un mes desde el incidente en la casa. Williams ya no trabaja en la escuela, al parecer le gustaba coquetear con las estudiantes de manera intensa. Las cosas volvieron a ser tranquilas, por el momento.

Roh tomó su distancia de nosotros...¿nosotros?, bueno, de mi. En este mes no volvió a dirigirme la palabra o la mirada. No pude averiguar qué es lo que Williams quería con ella.

Bajo las escaleras rumbo a la sala, escucho que un teléfono suena en la mesita de centro, lo veo y lo ignoro. Entro a la cocina y saco una bebida energética del refri, también me sirvo frituras en un tazón y reviso los mensajes en mi teléfono.

Escucho que vuelve a sonar el teléfono en la sala, me levanto y voy. Es el teléfono de Gustav, pero que extraño que no venga.

—¡Gustav, tu teléfono está sonando!

Nadie contesta. El teléfono sigue sonando. Me harto y contesto.

—Hola.

—Gustav- es una voz de una mujer.

—Ah no, soy Georg él olvidó su teléfono.

—¿Qué? Demonios...

—¿Quién es?

—Soy Roh, estoy en problemas... ¿Puedes ayudarme?

—¿Por qué debería hacerlo?

—Porque...

—¿Con quien hablas?– la voz de Williams suena del otro lado de la línea.

No puedo escuchar bien, seguramente escondió el teléfono y tapo el micrófono por error. Saco mi teléfono y mando mensaje a los gemelos para ver dónde están y si saben dónde esta Gustav. Me leen enseguida pero no contestan.

—¿Hola?–escucho a Roh otra vez.

—¿Dónde estas?

—¡Te lo advertí!– la voz de Williams gritando se vuelve a escuchar.

—Granero de madera y cemento, terrenos Hill.

Y me cuelga. Corro hacia la mesa a un lado de la puerta principal, tomó las llaves y me apresuro a salir. Gustav entra con toda la calma.

—¿Qué pasa? Te ves alterado.

—Háblale a alguno de los Kaulitz, Roh está en problemas, otra vez.

Caminamos rumbo a la camioneta y escucho a Gustav hablando con alguien. Entramos a la camioneta y parto rumbo a los graneros.

—¿Cómo sabes que Roh...?

—Marcó a tu teléfono y contesté. Escuché la voz de Williams.

Recogemos a los gemelos y en el camino trazamos un plan. En mi salida apresurada no pensé en lo peligroso que puede ser.
Confiados en que Williams trabaja solo, creo que podemos con eso.

Llegamos a los terrenos y a lo lejos veo el granero. Los chicos y yo nos dividimos para poder entrar, tenemos encendido nuestros teléfonos para poder comunicarnos en cualquier momento si algo pasa.

—Puedo ver a alguien, probablemente  1.68, cabello castaño, barba, robusto y creo que trae un arma– escucho decir a Tom.

—Estoy del lado este y no veo a Williams, está libre– dice Gustav.

—Sigo acercándome, la hierba es más alta por acá y no puedo ver mucho– contesto.

—Tengo a Williams...– Bill grita de asombro y escucho un disparo.

Corro más rápido a la entrada, escucho que la hierba se mueve en dirección a mi, como si alguien corriera desde el granero. Es de noche y no puede ver muy bien. Sigo corriendo mientras más disparos se escuchan.

Waiting for a girl like youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora