5 Años

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Soy Wei Ying de nacimiento y Wuxian de cortesía, mis padres murieron en mi quinto cumpleaños, a partir de ese momento me dediqué a vagar por las calles, mi estómago siempre rugía del hambre y mi flacucho cuerpo parecía no querer responder en algunas ocasiones. Un día en el que estaba por ser atacado por perros callejeros me transformé en lobo con tal de defenderme, no hubo ningún ataque por parte de ellos, en cambio se fueron completamente asustados, reía con fuerza para voltearme y chocar contra un grande cuerpo. Alcé la vista, adelante mío estaba un lobo que me duplicaba el tamaño, solté un lastimero sollozo para retroceder con calma y rapidez, no podía darme el lujo de tentarlo a atacarme, con mis pequeñas patas no correría lo suficiente y mi desnutrido cuerpo evitaba en mucho mi movimiento. El lobo agachó la cabeza para sonreír me pero yo me seguí alejando, las calles me habían vuelto precavido, cuando una de sus patas intentó despegarse del suelo gruñí y salté hacia atrás.

-Tranquilo, quiero ayudarte...

Seguí gruñendo mientras lo veía, mi cuerpo quería temblar pero tuve que hacer un gran esfuerzo para que los espasmos no salieran a flote. Cabeceaba con los ojos entrecerrados, estaba débil, el hombre aprovechando mi descuido agarró mi cuello con su boca y me levantó del suelo sin mucho esfuerzo. Me empecé a remover con desespero, no sabía qué podía llegar a querer ese lobo de mi, sólo era un cachorro, los cachorros no servimos de mucho a decir verdad. Uno de sus colmillos lastimó mi piel cuando estuve a punto de soltarme, un sollozo salió de mi boca, el lobo al instante me soltó para lamer mi herida.

Lo miré aún desconfiado, sus ojos mostraban arrepentimiento mientras yo estaba tumbado en el piso con la diminuta herida sangrante, no hice nada cuando volvió a alzarme está vez con un agarre más suelto. Pasó unos cuantos minutos caminando conmigo colgando de su boca y llegamos a una grande puerta de madera con tallados hermosos en ella, adentro pude ver a dos mujeres, no las observé no tenía ganas de verlas.

Mi cuerpo tocó el piso y supuse que ese era nuestro destino, olfateé un poco la tierra, había un olor muy agradable atacando mi nariz. El lobo a mi lado volvió a su forma humana, era un hombre alto con túnicas moradas, su mirada era humilde y no mostraba maldad, al notar mi curiosidad en él me observó con ternura. Me senté en el piso mientras cavaba un poco en la tierra con mis patas, no quería volver a mi forma humana, no hasta que me sintiera seguro al menos.

El hombre pareció comprenderlo ya que palmeó mi cabeza para después alzarme, sé que si estuviera en mi forma humana tendría las mejillas rojas por la vergüenza. Me llevó a una habitación y miré el lugar con inquietud.

-A-Xian.

Alcé la cabeza hacia al hombre que seguía con su tranquila sonrisa, supuse que de verdad me habló a mí.

-¿Cómo sabe mi nombre...?

-Yo fui un gran amigo de tus padres A-Xian.

-¿En serio?

-Si, mi nombre es Jiang Fengmian.

Jiang Fengmian (como había dicho llamarse) empezó a caminar de nuevo esta vez entrando en la habitación, yo veía desde sus brazos como sus pies avanzaban, pocos segundos después mis patas estaban en el piso.

-Sé que no fue lo mejor el haberte obligado a venir pero no deseaba verte en las calles.

Asentí, la herida de mi cuello aún no cerraba incluso sin llegar a ser profunda, la falta de comida en mi sistema provocaba que mis heridas cerraran con mucha lentitud, si estuviera bien alimentado habría sido cerrada a los pocos segundos de que me la hice.

-A-Xian sé que es algo tarde para preguntar esto, pero, ¿quieres vivir aquí con nosotros?

-¿Nosotros?

Desprecio Y Obligación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora