10 Y 11 Años

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Este año fue relativamente normal, tenía clases prácticas con Madam Yu y teóricas con el tío o algunos maestro de la secta especializados en ese tema.

¿Qué les puedo decir? No es demasiado solo cazas de animales y faisanes junto con nuevos amigos.

Conocí al segundo maestro Lan sobrino de Lan Qiren, me agradó por alguna razón peor a parte de eso no hubo nada más que les pueda mencionar.

Así que pasemos a los 11 años.

11 años.

A-Li y yo practicamos durante varias horas del día con el manejo de la espada, quería que supiera defenderse por si algo pasaba y yo no estaba cerca, me gustaba hacerla caer de vez en cuando.

Siempre se enojaba conmigo y me terminaba persiguiendo mientras reía, llegábamos a su pequeño estanque que yo construí y nos tirábamos al agua, era un sitio tranquilo al que nadie sabía como entrar más allá de nuestra familia.

-¿A-Xian cómo te sientes?

-¿Cómo me siento?

-Si, por todos los estudios para ser líder y eso, ¿no es agotador?

-Lo es, no te voy a mentir, hay algunas veces que he querido echarme para atrás pero no puedo hacerlo, la secta quedaría sin líder y no se merecen eso, todos confían en mi.

-Lamento que pases por eso, yo podría tomar tu puesto pero soy una chica, y a parte mi poder espiritual es casi nulo, no serviría para eso.

-No tiene nada que ver el que seas una chica con que no puedas ser líder de secta, en GusuLan estuvo Lan Yi, la primera mujer en ser líder, e hizo un excelente trabajo.

-Gracias por animarme A-Xian, pero aún así mi poder espiritual no me dejaría hacer nada.

-Ese sería el único problema pero créeme, si te lo propones puedes ser una gran líder, y yo siempre estaría a tu lado apoyándote en todo.

A-Li me sonrió para salir del estanque, yo la seguí, nos sacudimos y volvimos a nuestra forma humana, nos acostamos en el césped en silencio, pero no era uno incómodo, este irradiaba paz, una gran paz que me invitaba a descansar como nunca lo hacía.

Cerré los ojos para respirar lentamente, no pasó mucho para que ya estuviera completamente dormido, en mis sueño pude ver a mis padres, aunque sus caras eran borrosas porque nunca pude recordarlos.

Jugábamos en la pradera, una llena de flores y pequeños animales como conejos, uno de mis animales favoritos, de repente mi padre me levantó del suelo haciendo que yo riera, sentí mi última risa muy lejana, demasiado para ser sincero.

Me lanzó en el aire y este golpeó suavemente mi pequeño rostro, reí para pedir que lo hiciera de nuevo, hizo como le pedí y por varios minutos me elevé en el aire con risas risueñas.

Me desperté no mucho después Madam Yu y el tío estaban también en el pequeño estaque, Madam Yu a mi derecha, el tío a mi izquierda y A-Li sentada en una roca leyendo un libro, lo había olvidado, ahora tenía una nueva familia que me amaba tanto como la primera.

Una lágrima quiso salir de mi ojo pero lo evité, me acurruqué en la sábana que nos tapaba y agradecí por tenerlos a mi lado.

[...]

Las clases de etiqueta cada vez eran con alguien diferente, pero me alegré al saber que sería con Lan Qiren de nuevo, no estaba feliz por verle a él, estaba feliz porque sus sobrinos vendrían con él, me hice amigo de ellos en poco tiempo y parecían entenderme a la perfección.

Esperé con ansias en el muelle, un bolsa colgando de mi lomo con algunos animales que acababa de cazar, debería llevarlos a casa pero no quería perderme el momento de su llegada.

Desprecio Y Obligación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora