25 Años

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Lan Zhan otra vez estaba embarazado, y esta vez prácticamente todos los días el mejor médico de la región lo revisaba para evitar algún tipo de aborto espontáneo. Me dediqué a cuidarlo lo más que pude y el 6 de noviembre nació nuestro pequeño, mi Omega estaba agotado durmiendo en el nido que esta vez había sido hecho en la cama para mayor comodidad, tenía los nervios a flor de piel, quería ver a mi bebé y está vez no llorar por ver como poco a poco perdía la vida, quería verlo llorando por el hambre y después que abra sus hermosos ojos para ver el mundo.

Cuando el médico revisó que todo esté bien me dejó por fin cargarlo, envuelto en suaves mantas de algodón, seda e hilo. Y aún cuando quería hacerme el fuerte empecé a llorar viendo sus regordetas mejillas rosadas y sus labios entreabiertos mientras respiraba en pequeños suspiros, besé su frente con cuidado.

Poco después A-Li se acercó a mí, ella debía partir a la secta de su prometido en medio año, ya tenía 24 años y aún cuando quisiera no podía seguir aplazando más la fecha, quería que nunca deje nuestro pequeño hogar pero era hora de que lo hiciera. Ella acarició con cuidado su mejilla con una hermosa sonrisa en sus labios.

-Es muy hermoso A-Xian, felicidades, me alegro mucho por ustedes y le doy mi bendición a este nuevo heredero de la secta, para que crezca y viva con la mayor felicidad.

-Gracias hermana, que tus deseos se cumplan.

Ella se alejó un poco y vino el tío Jiang quien con cuidado cargó a mi hijo el cual se removió un poco buscando acomodarse en el nuevo pecho que lo sostenía.

-Se nota que va a ser un caballerito desde este momento, deseo que tenga felicidad, amor y fuerza para protegerse a sí mismo y a sus seres amados.

Sonreí ante lo dicho por mí tío y volví a cargar con cuidado a mi hijo para ver como madre vino a mi lado dándome un abrazo dejando a mi hijo en el espacio entre nuestros cuerpos.

-A-Ying, como antigua matriarca de Yunmeng Jiang y abuela adoptiva de tu descendiente deseo que encuentre su vocación y ame con plenitud a toda su familia.

Lan Zhan suspiró con cuidado y me giré a verlo, abrió los ojos mirándome, sus ojos se aguaron al ver el pequeño vuelto en mis brazos, me acerqué a él sentándome en el borde de la cama y con cuidado extendió los brazos por lo que dejé que cargue a nuestro pequeño, lágrimas llenaron con rapidez sus ojos y no duró mucho antes de llorar mientras lo abrazaba.

Pequeños hipos dejaban sus labios mientras se escondía en mi pecho, lo en volví en mis brazos empezando a llorar junto a él, di un beso en su cabeza soltando mi olor para que se tranquilice un poco porque empezó a temblar e hiperventilar.

-Tranquilo... todo está bien... no tiene ningún tipo de problema ya el doctor lo revisó...

[...]

Lan Zhan duró varias horas llorando con nuestro hijo en brazos, solo me quedé a su lado sin decir nada, sabía que necesitaba desahogarse de alguna manera, mi familia también lo sabía y por eso nos dejaron solos poco después de que mi Omega empezó a hacer sonidos por la falta de aire y el escandaloso llanto.

Cuando por fin se calmó fue porque nuestro bebé empezaba a reclamar alimento, al notarlo Lan Zhan respiró profundo relajandose y lo acercó a su pecho para poder darle de comer, acaricié su rostro teniendo cuidado con la cabeza ya que me dijeron esa es la parte más débil en un recién nacido.

Pasaron 3 días hasta que Lan Zhan pudo salir, todo por recomendación del doctor que le pidió guardar reposo ya que el parte le debilitó mucho, ahora habían pasado 5 meses, estaba tomando el sol en el patio personal de nuestra habitación, de vez en cuando alzaba la mirada para poder ver sus hermosos ojos iluminados mientras cargaba a nuestro bebé pero lamentablemente debía hacer todos los papeleos de líderes así que no podía estar pendiente a él mucho tiempo.

Desprecio Y Obligación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora