13 Años

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A-Li era una Omega Dominante, desde que me enteré nunca dejé que ningún Alfa se acercara a ella a más de 3 metros, me la pasaba a su lado cuidándola.

No podía dejar que nadie le hiciera daño a mi hermanita, aún cuando tuviera a Zi Baihé con ella no podía dejarla sola.

Si yo tenía asuntos que atender enviaba a Sandu para estar pendiente de ella, él era el más responsable de los tres ya que había vivido mucho más y por eso confiaba en qué no me defraudaria.

Hoy estaba estudiando los textos sagrados en mi habitación, Madam Yu me dijo que eso era algo muy importante y que no se podía posponer, lo que me molestaba era que hoy es mi cumpleaños.

En mi cumpleaños siempre me dejaban descansar y hacer lo que quisiera pero justamente hoy tenía que estudiar algo por lo que podría llevar a la secta a la ruina si no lo estudiaba.

Resople con fuerza para alejar los malos pensamientos de mi cabeza, no tenía ganas de hacer eso, tenía 13 años por el amor de Dios.

Un niño normal estaría llenando su ropa de barro para llegar a su casa y esperar el regaño de su mamá diciendole que no podía simplemente ensuciar de esa manera la ropa ya que le costaba mucho lavarla.

Le comprarían un pequeño pastel en el pueblo y cantarían su cumpleaños entre todos sus amigos para jugar en sus formas de lobo o ir a cazar o a bailar.

Pero yo no era un chico normal, era el sucesor de un líder de secta, un puesto que no puede ser tomado por cualquiera, en ese momento me estaba arrepintiendo de aceptar la propuesta con mi pequeño cerebro de 8 años.

Todo lo que conlleva el estudio en sí no me molestaba, lo que me molestaba es que de milagro podía hacer amigos de una semana ya que se iban cuando ya no soportaban mi ausencia por asuntos de la secta.

Se sentía horrible cada vez que me encontraba con ellos y me decían "eres un buen amigo pero tienes muchas responsabilidades y no podemos jugar casi, creo que lo mejor sería que tu continúes con tus cosas y yo con las mías, pero sin rencores claro está" muchas veces me dieron esas palabras.

Tantas veces que ya había perdido la cuenta, ¿por qué era tan difícil mantener una amistad con alguien que no fuera el futuro líder de una secta?

Me seguía hablando con los hermanos Lan aún cuando llevábamos años sin vernos, ¿por qué los niños del pueblo no soportaban unos cuantos días sin que pudiera jugar con ellos?

Si yo no fuera el sucesor y Jiang Cheng lo fuera todo sería mejor.

En ese momento fue que empecé a odiar a Jiang Cheng, por el simple hecho de que me había dejado sus responsabilidades en mis hombros, yo no debería estar encerrado en mi habitación estudiando algo que él debería estar haciendo.

Salí del cuarto, no podía seguir encerrado allí con mis pensamientos, tenía que buscar algo que hacer, así fuera caerme de nuevo por la cascada, eso me daría algunos días libres.

Iba a correr al bosque cuando Madam Yu se atravesó en mi camino y supe que mi intento de huida se vio frustrado, suspiré para bajar la cabeza, no quería estudiar más.

-¿A-Ying a dónde vas?

-Yo... quería dar una vuelta...

-¿Y ya terminaste de estudiar los textos que te di?

-...No...

-Tienes que terminarlos, después si quieres puedes salir un rato antes de seguir con los demás libros.

Apreté las manos y asentí para entrar de nuevo a mi habitación, me senté frente a los textos y suspiré, no abrí el libro, solo me quedé viéndolo.

Desprecio Y Obligación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora