6 Años

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Gané peso como cuando aún tenía con qué comer, como cuando mis padres llegaban en la noche después de varias horas de caza nocturna trayendo muchos sacos llenos de comida, como cuando me decían lo bonitas que eran mis mejillas regordetas de niño. Ese tiempo ya se había acabado, ahora vivía con la familia Jiang, ellos eran mi nueva familia, A-Li con su metódica forma de ser, el tío con su extraña forma de actuar, y Madam Yu con su fiereza natural.

Cuando mis padres aún vivían empezaron a ayudarme a crear mi núcleo dorado, por lo que ya lo tenía aún cuando mi edad fuera corta, pero me faltaba aprender a controlarlo, y eso era algo que siempre sería difícil. Todos los días tomaba clases en las que nos enseñaban a crear o manejar el poder del dichoso núcleo, no entendía el porqué de tanta importancia sobre esa esfera.

Me limité a seguir todos los pasos que indicaban y los consejos que nunca dejaban de llegar por los errores de mi compañeros que tenían varios años más que yo. Me hablaba con algunos, los otros me evitaban por ser el menor, les parecía un rarito que tuvo la suerte de crear un núcleo a temprana edad, no me importaba.

Mi explosivo y amigable carácter se fue apaciguando en ese año, me di cuenta que Madam Yu no disfrutaba de mi presencia justamente por ser un niño demasiado inquieto, aunque no cambié por ella. Cambié porque mis emociones simplemente no querían seguir saliendo tan a flote, supuse que era un trauma de vivir en las calles.

-Wei Wuxian-me dijo un amigo viniendo junto a su hermano quien casualmente también me hablaba, llegaron a mi lado en pocos segundos-

-¿Si?

-Escuché que algunos en el salón te tienen envidia, ¿sabes por qué?

-No lo sé, y si te soy sincero tampoco me importa.

-Mmm... bueno, ¿quieres ir a jugar un rato?-dijo su hermano-

-Bueno, pero debo volver temprano, Madam Yu quiere hablar conmigo en la tarde.

-¡Vamos!

Los dos chicos me agarraron de las manos para empezar a correr, llegamos al bosque de alguna manera, en nuestras formas de lobo fue realmente rápido, mis compañeros se tiraron en un río con poca corriente mientras yo me acosté en las ramas sobresalientes de un antiguo árbol. Pasaron algunas horas en las que terminaron tirándome al agua e integrandome al juego, solamente me uní ya que estaba bastante aburrido, jugamos escondidos, carreras y quién tiene la mordedura más fuerte. La tarde estaba por llegar así que me sacudí quitando el agua restante de mi pelaje para dirigirme a mis amigos.

-Oigan, tenemos que irnos ya, se va a hacer de tarde y debo hablar con Madam Yu.

-¡¿Tan rápido!?

-Si.

Suspiraron con fuerza y empezaron a seguirme el paso, corrimos para llegar más rápido aún cuando venían quejándose detrás mío, en la entrada Madam Yu junto con el tío y sus hijos veían nuestra llegada.

-Madam Yu, regresé a tiempo.

-Pero por poco, vamos a la sala de espadas.

Me despedí de los chicos con un cabeceó para seguir a la mujer, decidí volver a mi forma humana, llegamos y cerraron la puerta, adentro la mujer se acercó a una espada y me la extendió.

-¿Madam Yu?

-Agarrala y no hagas más preguntas.

La miré con algo de duda pero hice lo que me pidió, no veía nada raro en la espada, la agite en el aire, como no decían nada empecé a moverme como alguna vez mi madre lo hizo, con pasos bailado que ejecutando los movimientos exactos se convertían en una danza mortal. Me detuve cuando mis recuerdos sobre el baile acabaron, no había nada más, 5 minutos de danza, todos los pasos que vi de mi madre los copié como si siempre hubiera hecho aquel baile de memoria.

Desprecio Y Obligación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora