14 Años

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¿Qué decir? Otro año más y mi recién descubierto odio hacia Jiang Cheng crecía al verlo jugar en los campos de flores que estaban cerca de mi habitación.

Yo estudiaba normalmente, pero esta vez era con todos los discípulos de la secta algo que era completamente nuevo para mi quien siempre había estudiado a solas en la tranquilidad de su cuarto.

Habían personas muy tranquilas y otras no tanto, la mayoría me empezó a hablar con normalidad como si fuera alguien sin mucha importancia, sus intentos de hablar por más tiempo cesaron al ver cómo Madam Yu entraba casi azotando la puerta.

-Buenos días, como se darán cuenta hay nuevas personas en el curso pero no van a hablar con ellos hasta que yo me vaya, ¿entendido?

Todos asintieron y yo solo saqué un libro poniéndolo en la mesa para comenzar a leer, el tema que madre estaba enseñando era el control de la espada, las personas a mi alrededor empezaron a alterarse y me llamó la atención.

Alcé la vista de mi libro mirando a la chica a mi lado que me observaba con fuerza mientras volteaba los ojos hacia Madam Yu, miré y ella daba su clase normal por lo que le alcé una ceja dando a entender que no comprendía.

Escribió algo en un papel y esperó a que la mujer se diese vuelta para dármelo, en este ponía "Madam Yu Ziyuan se molesta cuando no le prestan atención, mejor deja de leer y atiende si no quieres un castigo".

Escribí en la parte de atrás del papel un simple "este tema ya lo sé, no veo la razón de poner atención" se lo devolví y continúe leyendo, otro papel se deslizó por mi mesa, decía: "bueno traté de advertirte, espero que Madam Yu se apiade de ti por ser nuevo.

Me sentí divertido, al parecer en ese salón todavía no me conocían como el siguiente líder de secta, quemé el papel con una pequeña vela en mi mesa para que madre no se diera cuenta e hice como si esa conversación escrita nunca hubiera pasado.

-Bien, ya que la mayoría no me ha prestado atención haré unas preguntas.

Me reí internamente al ver la muecas del miedo de los chicos que no habían prestado atención.

-Wei Ying, ponte de pie por favor.

Me sorprendí al escuchar mi nombre pero aún así me levanté con mi libro en mano leyendo, todos hiparon por la sorpresa, no cualquiera haría eso en clase, o al menos eso supuse.

-Bien, quiero que llames a tus espadas por favor.

Alcé mi mano izquierda y tanto Sandu como Suibian aparecieron en cuestión de segundos reluciendo por el brillo que entraba en la habitación, me extrañó ya que era prácticamente noche.

-De acuerdo, ¿puedes demostrarnos cómo son sus espíritus?

El salón quedó en completo silencio, prácticamente nadie podía invocar un espíritu protector como los de las espadas, esos que lo hacían era porque su núcleo dorado era tan fuerte como para soportar la sobrecarga y perdida de energía al mismo tiempo.

Dejé mi libro en la mesa y miré a Madam Yu dudoso antes de hablar.

-¿Madre qué pretendes con todo esto?

Si antes el ambiente era pesado está vez era aún peor, por algunos segundos sentí que no podía respirar pero me calmé con la sonrisa de Madam Yu.

-Quiero mostrarles a estos niños cuál es el nivel al que deben llegar como mínimo para pasar mi clase.

-La mitad de sus núcleos dorados se fundirian al intentarlo.

-Lo sé, pero con un pequeño incentivo se motivarán más a hacerlo.

Desprecio Y Obligación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora