8

1.4K 184 23
                                    

En mi mente sólo cabía la idea de azotarle su maldito brazalete en la cara a Félix, en serio. Pero antes de poderlo hacer y como si el muy maldito quisiera evitar que lo encontrara, un akuma atacó.

Para mi mala suerte, conocía a la akumatizada.

No voy a entrar en mucho detalle. Rose había sido la victimaria del akuma y básicamente iba en mi búsqueda mientras que un látigo con el que te golpeaba te obligaba a confesar tus deseos más profundos.

Batalla, pelea, pelea, amuleto mágico, bla bla bla. Pero ni el maldito Félix ni su alter-ego se dejaban ver por alguna parte.

Justo cuando en un mal movimiento, resbalé quedando vulnerable, Chat se atravesó entre aquel golpe y yo. Sus iris se tornaron rosas.

—Sigue enamorado de ti.— confesó, con un tono frío como cualquier hipnotizado mientras me ayudaba a levantar.— Solamente pienso ¿En serio estaría tan mal que estuviéramos juntos?

Antes de que pudiera responderle, me pego a él tomándome por la cintura y plantó un beso en mis labios.

No lo despegue. El beso era tierno, cálido, lento; en serio se podía disfrutar y hacerte pensar "quiero entregarte todo de mí a ti", porque una parte de mí decía que yo estaba destinada a él, pero que al mismo tiempo nuestro amor estaba condenado al fracaso.

El combate duró un poco más pero finalmente acabó.

Justo cuando buscaba un lugar para destrasndormarme sentí la presencia de Félix a mis espaldas.

—Lo sabía. Te lo dije.— dijo aproximándose a mí al paso que se destrasndormaba él. Una vez más me volvió a tomar del mentón, sin despegar esa mirada turbia de mí. Su pulgar se dio más el tiempo de acariciar mis labios y esta vez, darle un pequeño apretón.—Él es quien te arranca suspiros después de todo.— sonrió, pero no supe si con burla o decepción.— Es una lastima.

Infect me // FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora