Carta 1: 1-10

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Querida Señorita Dupain

No me atrevería a dar más pasos hacia usted si usted no cediera ante mí; pero por alguna razón, siento como si nuestra gravedad se hubiera unificado.

La he observado por más tiempo del que usted puede imaginar, desechando silenciosamente cualquier sentimiento y esperanza que yo pudiera tener a su lado. Veo el amor que le profesa a Chat Noir y el que él le profesa a usted.

Y sí, si puedo hacer algo para conseguir aunque sea un poco de su atención, yo lo haré; aunque al principio resista, aunque me siga viendo como este asqueroso sujeto que obstruye su camino de justiciera, quiero que sus ojos se fijen en mí y sólo en mí, quiero ser yo quien ocupe tu mente en las noches de desvelo.

Tomarte en mis brazos en aquel baile, tomarte y ver lo bien que reaccionas con mi voz ¿Cómo quieres que me controle cuando ni siquiera tú lo haces? ¿Qué más quieres que haga, que diga, para irnos a un cuarto oscuro donde nos comportemos sin ningún escrúpulo? No te imaginas, pero yo quiero vete de esa forma en la que no te atreverías a mostrarte con nadie más.

Gracias por dejarme permanecer en tu cama anoche, gracias por dejarme dormir tranquilo y por ser tan tú.

—Félix Graham

Infect me // FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora