ָ࣪ 𓏲 ❝ 'Cause us traitors never win ❞
Cloud y sus amigos se denominan
a sí mismos como "fracasos de la
sociedad". Distintos, marginados y
odiados por los demás.
En vez de querer encajar en la
comunidad estudiantil, en este
primer año de unive...
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⏤͟͟͞͞★jaden! ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀No era la primera vez que me escapaba. No era la primera y estaba seguro que tampoco la última. Pero había algo diferente en el ambiente, algo que no dejaba de oprimir mí pecho. Y no, no era el humo que entraba en mis pulmones por el cigarro que seguía encendido entre mis dedos.
Solté una risa entre suspiros, dando una calada al objeto en mi mano antes de apagarlo contra la pared del edificio. Me sentía estúpido, incluso patético. Quizás era eso lo que me molestaba realmente. No quería asistir a esa maldita universidad, pero me había escapado para ir a su maldita fiesta de bienvenida. Ni yo sabía el por qué. Quizás sólo quería desobedecer a mi manager y pasarla bien un rato o quizás era un jodido hipócrita.
Alcé la cabeza hasta el gran letrero que me indicaba la entrada y empujé lo necesario la puerta trasera hasta encontrarme dentro del lugar. Estaba oscuro pero más pareció algo normal considerando que eran las tres de la mañana.
Caminé despacio por los pasillos, algo confuso por no oír la música retumbando ya por las paredes. Supongo que todavía era pronto para que empezara la fiesta.
Me paré en seco al ver un vaso rojo en el suelo y continué caminando; encontrando varios más. Seguí el camino de vasos y demás basura hasta lo que parecía el gimnasio de la Universidad, el cual estaba vacío, sucio y desolado. Me recordó a mí en todos los aspectos.
Pateé una de las latas de cerveza metiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta negra para seguir después mi camino hacia la salida del lugar. No había fiesta, se había acabado ya y no sabía por qué me sorprendía; eran universitarios. Aburridos.
Lo que más me fastidiaba es que ni siquiera había podido tomar nada para beber y sentía que me moría de sed. Había corrido tres manzanas hasta aquí. Necesitaba algo para suavizar la aspereza de mi garganta, lo que fuera. Caminé entre los oscuro pasillos frunciendo el ceño, buscando algún tipo de máquina expendedora. Di con una en el cuarto giro a la izquierda, al lado de una chica sentada en el suelo. Genial.
Suspiré despacio, moviendo mis pies hasta la expendedora mientras buscaba algunas monedas en mi bolsillo. Vendían refrescos de todo tipo, pero yo me decidí por una simple botella de agua. La máquina empezó a tratar de sacar la bebida lentamente y mientras tanto miré a la chica aún sentada en el suelo, con la mirada perdida, abrazando sus rodillas. Si le hablaba, no tendría porqué haber venido aquí para nada y podría descansar lo suficiente para después volver al hotel. Si no lo hacía, llegaría antes al hotel, descansaría más y quizás mi manager no me regañaría.
