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Domingo. (La entrega)

Narrado por Lisa:

— ¿Así de zorra está bien?.

NO NO NO.

— Ve a cambiarte Jennie, ¡YA!— mi corazón se estaba acelerando con tan sólo verla vestida así, si eso me provoca a mi, me imagino a los demás.

Ayyy, deja de gritar —  respondió — Vamos amargada , ya estoy lista.

Tomo mi mano y me guió escaleras abajo, yo no reaccionaba, tenía una vista perfecta a todo su cuerpo.

Su pelo iba alocado, algo que me encantaba como le quedaba, llevaba un intento de top que no le cubryia nada y una pollera demasiado corta que mostraba sus perfectas piernas, con los zapatos que llevaba por poco me alcanzaba en altura.

Está matandome y no exagero.

Llegamos al final de las escaleras y la detuve, no podía contenerme, me aferre más a su pequeña mano y la acerqué a mi, sentía su pecho contra el mio subir y bajar, coloqué mi mano en su cintura, no quería soltarla.

No sé que está pasándome, últimamente quiero estar tan cerca de ella como pueda y eso me altera.

¿Qué pasa Lisa? — intentó alejarse — Tenemos que irnos.

¿Estás nerviosa niña? — pregunté y me acerqué más a su boca — Puedo notarlo.

Volvió a reírse en mi cara.

— Deja de decir estupideces — la dejé alejarse — Vamos.

Subimos al auto, nadie dijo nada más, de a momentos miraba sus piernas y creo que lo notó.

¿Te gusta lo que ves? — comenzó a levantarse la falda y acercarse a mi, la manos comenzaban a sudarme y mi respiración aumentaba de ritmo.

Poco a poco se acercó y beso mi cuello.

Suficiente.

Detuve el auto de golpe y me giré a verla, agarré su cara y cuando iba a besarla giró su rostro y volvió a sentarse, se reía con superioridad.

Nadie hace eso conmigo niña.

No dije una palabra más y seguí conduciendo.

Después de un tiempo llegamos al lugar y bajó conmigo, el hombre de la puerta me reconoció y nos dejó pasar rápidamente.

El lugar estaba repleto de alcohólicos, en su mayoría eran todos delincuentes, observé como miraban a Jennie y vi como ella se auto-abrazaba cubriendo su
cuerpo, sin pensarlo pasé mi mano por su cintura, ella se acurruco en mí y rápidamente dejaron de observarla.

— De verdad te tienen mucho miedo aquí.

Algo así, son mis compradores, me conoceny yo tengo mucha información sobre ellos y su familia, de alguna manera me respetan.

— ¿Matariasa su familia? — se alejó.

— No, pero ellos no lo saben —  sonreí y ella hizo lo mismo, volví a tomarla de la cintura.

Llegamos a una puerta que llevaba a un sector privado, ahí nos esperaban Bam y Rosé que nos miraron con sorpresa.

— ¿Qué hacen tan abrazados? — habló Bam.

— ¿Eso te importa? Deleitate con el cuerpo de Jennie — si, ahora Rosé — Esperen, qué hace ella aquí y vestida asi? Es peligroso.

— Eso mismo dije — respondí —  Pero nadie se lo hace entender.

— Ya basta, dónde tenemos que ir?— nosotros seguíamos abrazados, ella parecía estar cómoda.

Abrieron una puerta y comenzamos a subir hacía donde estaba esta gente.

Abrí la puerta y me aferre más a ella, había cinco hombres de traje tomando el whisky más caro y su mirada fue directo a Jennie.

señorita Lisa — saludó uno.

Parece que la están pasando bien.

— Sí y parece que la pasaremos mejor, trajo a una de sus putas.

No dijo eso. Solté a Jennie y la deje junto a bam y Rosé.

Fui hasta donde el imbécil estaba sentado y puse mis manos a cada lado de su asiento.

Vamos a aclarar algunas cosas si vamos a trabajar juntos — mi mandíbula estaba tensa y sentía bajo mi
ropa como las venas de mi brazo se marcaban más de lo normal — Ella no es una puta, es mi socia y por si no lo notaste, es mía y lo mío se respeta.

Tomó un trago de su bebida y asintió, no dijo nada más.

— Si ya terminaron las estupideces, comencemos a trabajar — en mi pecho se podía notar la rabia que tenía.

Jennie se acercó de nuevo a mi, pero tomó mi mano, me hizo recordar cuando mi madre lo hacía. Poco a poco sentir la suavidad de su mano fue calmandome.

Pero al girar mi rostro vi a bam, se veía la ira en sus ojos, no quería soltarla, pero lo hice.

Seguimos haciendo nuestro trabajo, los cinco hombres presentes quedaron maravillados con nuestro producto, firnmaron el contrato y nos despedimos como si nada hubiera pasado.

Nuevas personas que me respetan, vamos a subir mucho.

Salimos del lugar, nos despedimos de los chicos y subimos a mi auto. Al poco tiempo de conducir ella habló.

Gracias — la miré confundida — Por defenderme como si te importara.

Si me importas.

— De nada Jennie — sonreí, no puedo creer lo fácil que me saca una sonrisa.

Aunque yo no soy tuya — dijo riendo, su perfecta risa.

Está volviéndome loca.

Detuve el auto y me giré a ella, tomé su rostro en mis manos, ninguna hablaba, sólo nos observabamos y sentía su perfecta piel.

Comenzó a cerrar su ojos,
pero no podia besarla, el rostro de Bam venía a mi mente.

Sólo me acerqué a su oído y susurre.

— Vas a ser mía Jennie.

— Vas a ser mía Jennie

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traffickers™ (Adaptación Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora