traffickers™ (Adaptación Jenlisa)

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Sábado.

Narrado por Lisa:

El edificio parecía que iba a caerse en cualquier momento, pero era enorme, ellos ya conocían todo el lugar, podíamos esperarlos desde cualquier lado, no sabíamos por donde podían aparecer.

Comenzamos a escuchar tiros y vi dos de mis hombres caer al suelo.

— BUSQUEN COMO REFUGIARSE —  grité.

Tenia miedo por mis hombres, por Rosé, por Jennie, por todos ellos, pero no por mi.
No importaba si yo moría, pero tengo que morir después de salvar a Jennie, antes no.

Disparabamos y ellos respondían, pero sus hombres caían uno por uno.

— Ustedes deben subir, otros nos quedaremos aquí —  dijo uno de mis hombres.

Y eso hicimos, Rosé y la mitad de ellos fueron arriba conmigo, los otros tan solo se quedaron abajo a cubrirnos.

— Ya falta poco Jennie —  dijo Rosé y  corrió como loca a dispararle a los que estaban frente a nosotros para cruzar al otro lado, por un segundo dejé de respirar, pero lo logró.

— Aquí abajo está despejado — escuché por el comunicador que teníamos.

— Perfecto, suban con cuidado —  dije.

Todo estaba despejado, creo que estabamos en el quinto piso y el tercero y el cuarto estuvieron despejados, era muy extraño.

En este piso había muchas puertas, todas estaban cerradas, además habían muchas ventanas que al parecer no tenían vidrios.

Hicimos silencio, cubrían
todas las direcciones para que nada pasara.

Un pañuelo blanco comenzó a salir de una puerta, estaba al final del pasillo, todos atentos a esa direción vieron salir a alguien desconocido, para algunos, pero muy conocido para otros.

— Piedad — dijo riéndose, se burlaba de mí, de todos.

— Eras tú —  dije con asco — ¿Dónde está Jennie, sehun?

Tranquila, está bien cuidada por amigos tuyos.

Caminaba solo, sin la protección de nadie, siempre admire su valentía y su inteligencia, algo tiene planeado.

— La quiero conmigo.

— Es horrible que te arrebate algo importante para ti, verdad? — dijo con odio — Pasé muchos años de mi
vida esperando algo y una chiquilla estúpida me lo arrebató, como si nada.

— Por algo no te lo dejó a ti —  me acerqué poco a poco a él hasta tener su cara a poco centímetros — Mira como
abandonaste su legado y nos traicionaste.

— Si tu no me hubieras robado todo, esto no estaría pasando y después de mí seguirías tú, pero no sabes esperar —  rió — Debes pagar.

— ESTOY HARTA DE TUS JUEGOS —  puse mi pistola sobre su frente y él tan solo reía.

— DIME DONDE ESTA JENNIE PORQUE JURO QUE VOY A DISPARAR, ESTOY HARTO
DE TI.