traffickers™ (Adaptación Jenlisa)

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Sábado.

Grupo de Whatsapp: ¡18 Jennie!

Tae : Lisa, hubo un cambio de planes.

Rosé: Te encantará Lisa.

Lisa: De qué mierda hablan?.

Rosé : Ahora es una fiesta de Neón, saca a Jennie de ahi para que podamos organizar todo.

Lisa : Qué? Debe ser broma, ya le compré su vestido rojo. Los invitados cómo van a saber a tiempo?.

Tae: Cómprale uno blanco y deja de molestar.

Rosé: En realidad, lo saben antes que ti, cuando te fuiste después de nuestra conversación, cambiamos la idea.

Lisa : Voya matarlos.

Fin de la conversación.

— No tengo ganas de ir a comprarme ropa Lisa —  no creía que a Lisa le importara tanto mi cumpleaños, pero creo que es la culpa de no saber que lo era.

Cuando le conté me dijo que ya lo sabía, pero su cara de pánico me confirnmó que no era verdad.

Comenzó en la mañana llevando el desayuno a la cama, me despertó con muchos besos y como yo no habría los ojos comenzó a hacerme cosquillas, fue
muy linda. Pero ahora insiste en ir a comprar ropa y no quiero que gaste su dinero en mi.

— Jennie, no puedes ser tan terca — yo no soy terca — Tengo preparado algo para ti y necesito comprarte ropa, prometo dejarte usar zapatillas.

— Esta bien Lisa, lo haré — me beso y fuimos al centro comercial

(....)

Me hizo entrar a mil tiendas, pero yo no se que debo vestir porque no quiere decirme a dónde vamos a ir. Solamente me hizo probar vestidos color blanco,son todos hermosos, pero no acepta ninguno y yo me
estoy cansando. Eran cerca de las ocho de la noche, yo me voy de inmediato.

— ¡BASTA! — dije un poco brusca — Me duelen los pies y tengo hambre, quiero ir a casa.

—Esta bien, elige un vestido, iremos a comer y nos vamos de aquí — yo asentí , elegí uno simple pero muy bonito, es corto y me gusta como me hace ver, espero que quede bien con mis zapatillas.

Comimos en silencio, ella miraba su celular
constantemente como si esperara algún mensaje importante, sé que está raro, pero si le pregunto nobva a contarme nada. Terminamos nuestra cena en el centro comercial, yo estaba demasiado molesta como para conversar, si ella no lo hace, yo tampoco lo haré.

En el auto podía sentir su intensa mirada en mi, lo miré de reojo y sonreía como un niña , no puedo estar enojada con esta mujer.

— ¿Por qué manejas tan lento?—  pregunté Siempre pareces una loca al hacerlo.

Rió.

— Deja de cuestionarme todo y ten un poco de paciencia. Hoy tengo ganas de ir lento, de observarte, aunque siempre lo hago, pero quiero hacerlo detenidamente, ahora silencio.