traffickers™ (Adaptación Jenlisa)

|•5•|

Sábado.

Narrado por Lisa:

Con bam y Rosé ya nos encontrábamos en
esa odiosa fiesta , pero nosotros no dejábamos de hablar de la carrera que era en sólo unas horas y las verdadera fiesta que se aproximaba después, estoy seguro que iba a ser épica igual que el resto.

Daniel y Julia ya estaban aquí, pero la niña
todavía no, mis amigos estaban ansiosos por verla pero no es la gran cosa.

— Quiero correr ya esa maldita carrera, me darán mucho dinero.

— Ya va a llegar la hora amigo, tranquilo.

Nosotros estábamos muy concentrados en la conversación pero el pensamiento y los ojos de bam estaban en otro lado. El estaba al frente nuestro y nosotros le dábamos la espalda a la entrada.

— ¿En qué piensas bam?.

— ¿Quién es esa chica? — ambas nos giramos para observar la persona de la que hablaba él.

No puede ser.

Se hacía paso entre la gente con una pollera negra de cuero y una remera transparente que no dejaba nada a la imaginación o por el contrario, me dejaba imaginar muchas cosas para hacerle. Llevaba sus labios pintados de rojo y su cabello un poco
recogido al costado.

— Ella es Jennie —  respondí, pero jamás deje de mirarla al igual que Rosé y bam.

— Madre mia — parecía que Rosé iba a comérsela con la mirada al igual que Bam y eso por alguna razón me molestaba.

La niña caminaba un poco torpe ya que llevaba zapatos, pero caminaba de una manera tan sexy que ni siquiera se notaba.

Venía en mi dirección y se detuvo sólo a centímetros de mi, eso me provocó un
extraño sentimiento.

— ¿Te gusta lo que ves niña?— se paró de manera desafiante y hablo de la misma forma.

— No te hagas ilusiones cariño, eso no va a pasar jamás — se río en mi cara y se acercó tanto que nuestras respiraciones chocaban.

— Que linda que pienses que me hago ilusiones contigo, pero eso sólo queda en tus fantasías - dio un beso en mi mejilla que me hizo estremecer, al separarse miró con ternura a Rosé y bam  y los saludó para luego ir a sentarse con su madre.

— Creo que estoy enamorada.

— Deja de decir estupideces, eso no va a pasarte jamás —

Bam  y yo reímos pero a Rosé no le hizo gracia.

—¿Por qué no?- respondió y lo miramos con
incredulidad — Está bien, yo tampoco creo que pase, pero esa chica es perfecta, pensé que iba a ser una princesita como las demás que están en este lugar y además, es la primera persona que te hace frente, todas las chicas creo que piden hasta permiso para hablarte y agachan la cabeza cada vez que lo hacen.

Eso es verdad, no le importa hablarme como se le de la gana y eso me enoja, pero a la vez me gusta.

— Es la chica más sexy que vi en mi vida — concuerdo con bam.

— Está bien, ya basta — por alguna razón cada vez me molestaban más sus comentarios.

Llevábamos un tiempo en este lugar, ya estábamos terminando de comer y Rosé y bam no dejaban de mirar y de hacerle preguntas a Jennie , hasta que los interrumpí para hablar con Daniel.

— Daniel — éste me miró -Nosotros no podremos quedarnos mucho tiempo, tenemos otro compromiso.

— No Lisa, eso no me parece correcto.

— No estoy pidiendo permiso, hace mucho tiempo que deje de hacerlo.

Estaba enojada, él quería que todos estemos en la fiesta de bienvenida de su amada.

— Está bien cariño — respondió Julia —Dejalo ir, son jóvenes, acá van a aburrirse.

El se quedó pensando, es increíble la manera en que lo domina, algo que jamás va a sucederme por suerte.

— ¿Puedo saber a dónde van? — Daniel se cree que tengo doce años y me desespera.

— Tenemos la fiesta de un amigo — bam respondió por mi — Prometimos ir aunque sea poco tiempo.

Este asintió, pero por casualidad miré a Jennie, se le iluminaron los ojos al escuchar fiesta, que no se ilusione.

— Yo voy —lo afirmó como si nada.

— No niña, tu te quedas —  respondí -No siquiera le pediste permiso a tu madre.

Le sonreí irónica y ese comentario le molestó demasiado. Se inclinó sobre la mesa mirándome a los ojos sin ni siquiera parpadear.

— Yo no soy una niña y mucho menos pido permiso —

estaba realmente enojada, creo que ya sé con que molestarla.

—  Iré y se termina la conversación, ahora
con permiso voy a fumar y a esperarlos afuera.

Detesto que no sigan mis órdenes, me va a sacar de mis casillas. No puede saber quién soy, no puede saber lo que hago y aunque se haga la ruda no puede meterse en esto, es algo de lo que no va a salir jamás.

— Perfecto, van a irse pero llevando a Jennie— Daniel me miró desafiante y con una sonrisa, si supiera no le agradaría que la llevemos.

— No se ustedes pero a mi me fascinó la idea —  todos rieron ante el comentario de Rosé, menos yo.

Esta chica está loca si quiere meterla en esto, pero a lo mejor se calma o le da miedo y se aleja ella misma.

Ahora veremos que sigue.