Capítulo #21

1.2K 60 0
                                    

Dante

Parece mentira todo lo que acaba de pasar el día de nuestra boda, definitivamente la vida con Allecra no será para nada aburrida, finalmente está caminando lenta y pausadamente, mientras nuestros hijos van delante de ella lanzando los pétalos de las flores.

Su hermana me da una sonrisa cómplice desde el otro lado junto a Bella, Emilio mi padrino de bodas también la mira pero gira su rostro lejos de ella como si no quisiera que alguien lo vea observarla , eso me recuerda que debo hablar con él más tarde, Allecra me pidió eso la otra vez y lo había olvidado por completo con el tema de la boda.

Una vez  que mi bella esposa está de pie frente a mí, la tomo de la mano y escuchamos toda la ceremonia, nunca quitamos la mirada del otro, repetimos las palabras que el sacerdote nos pide y decimos nuestros votos.

Mis votos hacen que ella derrame lágrimas y los de ella hace que mi corazón se detenga en mi pecho, ella dice que me ama y siempre lo ha hecho, aunque se dio cuenta algo tarde, después intercambiamos anillos y no pierdo tiempo en besarla apasionadamente, para que todos sepan cuanto la amo.

Una vez finalizada la ceremonia, nos dirigimos al hospital, para que la puedan atender a ella y a su amiga que está herida, puedo apostar a qué Allecra está esperando a nuestro tercer bebé, ella dice que no, pero yo digo que sí, me siento el hombre más afortunado del mundo, por este regalo que me acaban de enviar.

¡Por mi familia estoy dispuesto a morir y matar a quién sea que se meta con ellos!, son lo más preciado y no dejaré que nadie los lastime o los quiera alejar de mí. 

Allecra

El mejor día de mi vida fue hace dos meses atrás, el día de mi boda pero solo porqué me case con él hombre que amo, ahora no estoy segura de estar tan contenta, Dante tenía razón otro bebé más está en camino, me confíe, pensé que aún tenía puesto el implante puesto, pero después me recordé que en una de las visitas de rutina lo retire por qué pensaba que no lo necesitaba más, gracias a Dios no salí embarazada en los meses que tuve sexo con Gabriel, no sé que hubiera pasado si tenía un bebé con él.

Actualmente tengo 4 meses y medio, bueno esta vez asumí que era un virus, ya que con los mellizos no tuve muchas molestias, pero en este, solo estar junto a Dante me calma, oler su perfume me ayuda a calmar las náuseas, quiero estar pegada a él todo el día, no lo entiendo. ¿Por qué eso no le enoja?, yo ya estuviera cansada de lo intensa que soy.

¿Y el sexo?, ¡Querido Dios, es más intenso que nunca!, parece que ambos no podemos tener suficiente del otro.

Estamos de camino a la consulta con el Doctor Herbert para saber el sexo de nuestro bebé, una vez que me han tomado los signos vitales, anotado toda la información necesaria me hacen acostar en una especie que cama muy cómoda, para poder revisarme y hacerme el eco, Dante no está muy contento que el Doctor tenga que revisarme, pero es ridículo, no le prestó atención, ahora me están haciendo el eco.

—Bien vamos a ver, este pequeñín como está y que sexo es—esta vez mi barriga está más grande, con los mellizos no fue así, después de revisar que todo está bien, nos pregunta—¿Bien papás están listos para saber que van a tener?—mientras esté sano no me importa si es niño o niña.

—¡Doctor díganos ya!, ¿Qué es?—responde un ansioso Dante.

—¡Felicidades es una niña!—Dante se quedó sin palabras y yo también.

—¿Una niña?, ¿Solo una?—¡Qué!, ¿A qué se refiere con solo una?, cuántos bebés esperaba tres o cuatro, que piensa que soy una fábrica de hacer bebés.

Me Traicionaste Pero Te Haré PagarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora