Allecra
Esto es un jodido desastre, aunque dudo que se sorprendan al verme manchada de sangre, están concentrados dando rienda suelta a sus deseos desenfrenados que lo que menos les importa es verme así en mi lamentable estado, ese pequeño cuarto no era un baño, así que aquí estoy ahora caminando por el pasillo nuevamente rumbo al baño para poder limpiarme y tratar de arreglar mi apariencia, para quedar algo decente y estar oliendo a sangre.
Una vez adentro lavo bien mis manos, y froto bien sacándome toda la sangre del vestido lo mejor que puedo con unas toallas de papel que moje un poco y le puse jabón también, varios intentos después de frotar para sacar la sangre, desisto de seguir intentándolo es en vano, con el vestido no puedo hacer nada, está manchado parte de las mangas y mi cintura, me saco la máscara para poder ver mi rostro y que tanto me lastimó ese idiota, con el golpe fuerte que me dio.
Está algo hinchado mi labio inferior y parte de mi mejilla, pero nada grave, cretino, si pudiera lo volvería a apuñalar por lo que hizo y las cosas desagradables que me dijo, entro a uno de los cubículos para hacer mis necesidades y salgo a lavar mis manos una vez que terminó.
Me coloco otra vez la máscara con un poco de cuidado, doy una última repasada a mi imagen en el espejo algo resignada ya que no me veo tan bien que digamos, parece que estoy usando un disfraz perfecto para una fiesta de Halloween.
¡Vamos Allecra!, cabeza en alto para que sepan que contigo no se juega, tomo una inhalación profunda, me giro y camino hacia la puerta para abrirla y salir de aquí de una jodida vez, ya no quiero estar en este baile, es una lástima que justo vea al hombre que ha jurado hacer de mí vida un infierno, Dante Morello, ahí de pie esperando por mi.
—Tú de nuevo, ¿No tienes nada mejor que hacer?, deja de acosarme en las reuniones por favor, eso se está volviendo muy molesto y algo escalofriante—me cruzo de brazos esperando a que me diga lo que vino hacer y así pueda dejarme en paz.
—¿Yo te estoy acosando?, No, no es eso, solo estoy haciéndote pagar y aún no empiezo con lo mejor, ahora. ¿Dónde está mi dinero Allecra?—espera, no puede estar hablando en serio, dinero que dinero, si él me quitó todo lo que yo tenía.
—¡Estás alucinando yo no te debo nada!, tú me debes a mí, mi dinero, mis territorios, mi auto y mi casa, la que quemaste en tu momento de locura por acabar con mi familia, de esa misma estoy hablando—le espeto de vuelta muy enojada.
—Si yo digo que tú me debes, es por que así es, todo lo demás lo gane en el matrimonio al tener que hacer el sacrificio de darte mi apellido, así que es legal, no te debo nada puedes consultar con un abogado sino me crees—entra al baño obligándome a retroceder, para bloquear la puerta.
Está loco si piensa que me va a follar otra vez y dejarme como una puta barata después de estar satisfecho.
—¡Aquí!, mira este es tú pago, ¿Contento?, porque yo sí lo estoy—le saco el dedo medio, mientras lo empujó para poder salir, pero me agarra del brazo, estoy tan cansada de esto y estás escenas repetitivas con él.
De esposa a follar en los baños como una cualquiera, vernos a escondidas en cada gala o reunión que nos encontremos, eso no es lo que quiero para mi vida.
—¿Te dije qué te podías ir?, no, no lo hice hasta donde recuerdo así que te lo preguntaré una vez más y quiero una respuesta de verdad. ¿Dónde está mi maldito dinero?—insiste él de nuevo, como que si eso hiciera que el dinero aparezca mágicamente en sus manos.
—No lo tengo, estoy prácticamente en la calle por tu culpa, hiciste humo más de 50 millones de dólares que tenía guardados para vivir un tiempo con Isabella y los niños. ¿De dónde diablos quieres qué te saque dinero?, Además no sé cuál es la cantidad que me estás cobrando según tú, que por cierto no voy a pagar ni un solo centavo—me quito su mano de encima, estoy sintiendo como pierdo la paciencia y como esto va a terminar mal, muy mal.
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Me Traicionaste Pero Te Haré Pagar
RomansaSinópsis: Allecra pudo escapar de quién pensaba era su mayor enemigo, ya en Brazos de Gabriel descubre que las cosas no marchan como ella esperaba. Isabella se opone a la locura que está cometiendo su hermana y le pide que recapacite, ella la ignora...