Capítulo #7

1.2K 69 0
                                    

Allecra

Estoy relacionándome bien con algunas personas que podrían ser aliados a futuro, Bella se fue con Russo después de que esté se me acercara a darme las gracias por haber venido y conversar un momento conmigo de cosas sin importancia, sobre como ha sido mi estadía aquí ya que Bella le ha dicho que estoy en la ciudad por negocios, solo fui educada y algo avergonzada le agradecí el haberme invitado, después de eso se unió a mi amiga y desapareció.

Me encuentro algo achispada en un extremo del salón, alejada de los demás, quiero tener un momento a solas, me siento sofocada bebo pequeños sorbos de mi vaso de whisky, giro mi rostro en ambos lados buscando el baño, quizás vaya a mojarme un poco el rostro y llamar a casa para saber como están los niños.

Una vez que lo localizo me dirijo hacia allá, en mitad de camino dos caballeros me detienen, intercambiamos palabras y les prometo que ya regreso para poder conversar bien con ellos que me disculpen un momento que debo ir al tocador, ingreso al baño al fin, estoy buscando en mi teléfono el número de Gabriel cuando soy empujada con fuerza contra la pared, pierdo un poco el equilibrio por lo zapatos de tacón alto.

Pero me recupero muy rápido, giro la mitad de mi cuerpo con mi brazo izquierdo sacándolo del agarra de mi agresor para poder golpearlo en el rostro pero este logra adivinar mis intenciones y lo esquiva, tomo un impulso fuerte con mi cuerpo y lo empujó, esté cede un poco yasí puedo alejarme lo suficiente para patear una de sus piernas, pierde el equilibrio pero no contaba con que me iba a llevar a mí también al suelo, sin dudar saco mi daga de la funda que esta bien atada en mi muslo derecho, si me van a matar hoy no me iré sola.

Caigo sobre él, el tipo me giro para llevarse él todo el impacto de nuestra caída, pero rápidamente nos gira quedándome yo abajo y él arriba, mi daga está en su cuello y siento en mi abdomen el cañón de un arma.

¡Mierda, si vivo para contarlo Bellarosa me pateará el trasero por dejarme someter tan fácil!

Pero eso no es lo que me deja congelada en mi sitio, lo que me deja así y sin palabras es ver a Dante furioso y con ganas de arrancarme la cabeza, como nunca antes lo había visto—¡Hasta que te encontré maldita arpía mentirosa e infiel! ¿Quién mierda está cuidando de mis hijos mientras tú te ofreces a los hombres como la zorra qué eres?—se sube a horcajadas sobre mí, presionando ahora el arma en mi frente y agarrando mi cuello con su otra mano, ya que se movió tan rápido, mi daga ya no puede apuntarle al cuello, así que la presiono contra su costado.

—¿Yo soy la infiel y mentirosa?, Eres un cínico y te odio, te odio más que nunca, ¡Suéltame imbécil!—eso parece enojarlo más, con la mano que apuntaba el arma a mi cabeza, la quita de mi frente en un movimiento rápido golpea mi mano muy fuerte con la empuñadura de su arma enviando lejos mi daga.

¡Maldición y yo que pensaba que ya estaba lista para defenderme!

—Vamos de nuevo, ¿Quién mierda está cuidando a mis hijos en este momento?, Por tu propio bien espero que no sea tu amante—aprieta más su agarre en mi cuello, piensa Allecra, piensa, ¿Cómo puedes salir de esto y huir sin qué te atrapen?, una vez que pueda llegar hasta donde hay más gente se me hará más fácil poder mezclarme él no podrá hacerme nada, ¿Verdad?

—¡Eso no es asunto tuyo, perro traidor!, ellos son míos no tuyos, ¿Por qué mejor no te vas hacer tus tríos con Vanna y Alessandra?, De paso te olvidas de mis hijos y tienes otros con ellas—le espeto cegada y dolida por los celos, la rabia también fue uno de los sentimientos que me consumían lentamente todo este tiempo desde que los escuché a él y a su fulana ese día en el despacho.

Me Traicionaste Pero Te Haré PagarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora