13. El kimono negro

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Habían pasado varias semanas desde que se enteró de toda la verdad acerca de la marca en su cuello, pero por más que lo intentara aún le costaba imaginar a Sesshomaru en ese papel. Era lindo fantasear al respecto, pero sólo hacía falta imaginar su serio semblante para desechar todas las ideas que parecían salir de un cuento de hadas.

En cualquier caso tendría que esperar a verlo de nuevo e interactuar más con él para decidir si Myoga estaba en lo cierto o no.

Darle vueltas al asunto no la llevaría a ninguna parte, así que se dijo por enésima vez ese día que era mejor concentrarse en lo que hacía.

Justo en ese momento aprovechaban el raro cielo despejado luego de todo un temporal de lluvias y vientos insufribles. Estaban de nuevo instaladas en la salita de té que daba al patio, disfrutando del delicioso clima mientras los niños jugaban entre gritos y risas bajo la atenta mirada de Inuyasha.

Kagome, luego de haberle explicado con pelos y señales cómo era pasar por un embarazo no-humano, aconsejándole qué comer en específico, qué dolores esperar, los calambres, hinchazones, cambios de humor y demás cosas, se había dedicado a prepararla para lo que venía después: la llegada de la criatura. Juntas, al igual que Nitori que se añadía alegremente a cualquier cosa, comenzaron a elaborar la ropita que tanto necesitaría. Rin sabía que Sesshomaru muy seguramente le diría que cualquier cosa podría ser encargada y comprada a un alto precio, pero ella no quería comprar nada. Quería poner su tiempo y esfuerzo para recibir a su hijo con cosas de valor más allá del material.

Justo en ese momento le indicaba patrones para ropa de recién nacido y la ayudaba a completar un conjunto de algodón blanco muy sencillo. Hasta el momento Rin sólo había sido buena remendando y cogiendo el dobladillo, así que no le costó mucho adiestrarse en el arte de la confección de ropa.

Y ponía todo su entusiasmo, ya que en caso de que fuera una niña, quería encargarse personalmente del bordado de algunos de sus kimonos para que llevaran un toque más personal.

—Wow, lo haces muy bien —se asombró Kagome cuando la camisita estuvo terminada y Rin se animaba a hacerle un pequeño patrón con hilos azules en las mangas. No era la cosa más bonita del mundo, pero para ser su primer intento no estaba nada mal.

—Es que usted enseña muy bien, señora Kagome —le sonrió cuando terminó el zigzag y anudaba el hilo para mantenerlo en su lugar—. ¿Su madre le enseñó?

—Más o menos, sí. Aunque cuando llegué aquí tuve que aprender de cero porque de donde vengo hacíamos las cosas de formas muy diferentes.

—¿Diferentes cómo? —torció la cabeza Nitori. Se había intrigado muchísimo al saber que la sacerdotisa venía de un periodo de tiempo de quinientos años en el futuro, y a pesar de su escepticismo al principio, una vez con la idea asimilada no perdía oportunidad para interrogarla sobre cómo sería el mundo dentro de cinco siglos. Las cosas que Kagome decía de su época simplemente la fascinaban.

—Bueno, usábamos máquinas especiales que hacían el trabajo mucho más rápido —le dijo, recordando la máquina de costura con la que su madre solía hacer los dibujos tan bonitos de sus kimonos para festivales y eventos—. Un kimono normal podía terminar de coserse en... no lo sé, media hora si sabías cómo hacerlo. Era muy ventajoso.

Nitori le preguntó cómo funcionaba esta máquina y Kagome dedicó los siguientes minutos en describirle el proceso que recordaba haber visto tantas veces. Luego el tema varió hacia el de la electricidad y cómo esta podía utilizarse para hacer funcionar muchos otros aparatos con funciones que Nitori no podía ni creerse.

—¿Y podían ver cosas en una caja? ¿Qué clase de cosas? —siguió emocionada. Kagome encontraba su curiosidad muy divertida, pues no mucha gente tenía tanto interés en conocer cómo funcionaba su mundo tan avanzado y difícil de comprender. Mientras, Rin no perdía detalle sin dejar de confeccionar un pequeño gorrito a juego con el nuevo conjunto bajo las instrucciones de su amiga.

Field of FirefliesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora