Dynamite (1)

Capítulo 36

"Decir adiós es parte de crecer, pero decir hasta pronto... Es solo para valientes"
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Isabella

Abro los ojos con los rayos de sol que atraviesan mi gran ventanal, hoy amanecí un año más vieja.

Lo primero que hago es mirar mi teléfono, son las 8:00 am y mi buzón de mensajes está por estallar.

Mensajes de Alisa, Romina, Blanca, mis abuelos y hasta Diego.

"Isabella, es un placer para mí saludarte hoy, espero que sean muchos más y me alegra volver a verte, con cariño, Diego Arancibia"

Del único que no tengo es de Marco.

Pues...

— Buenos días, bombón— habla a mi lado con la voz ronca y la cara hinchada.

Vino a dormir y fue el primero en decirme feliz cumpleaños, dijo que mi regalo me lo daría mañana cuando vinieran todos.

Diría que me dio una sesión placentera de sexo, pero no, no podemos.

Es alérgico al labial que usé en el baile y se le irritó la verga, está usando una crema que le recetaron para que se le pase.

— Buenos días, guapo— le sonrío.

Estoy por darle un beso cuando la puerta de mi habitación se abre tan rápido no le da tiempo ni de cubrirse.

— ¡Feliz cumpleaños!— gritan al mismo tiempo.

Nani, papá, mamá, Evan y los italianos llegan con regalos y flores que ponen uno por uno sobre la cama.

— Gracias— les digo revisando lo que trajeron.

— Buenos días, Marco— lo saluda mi papá.

— Buenos días, señor— sonríe nervioso.

— Toma— me dice Matthias lanzándome una caja.

La atrapo en aire, está muy pesada así que la pongo en la cama para revisarla.

Es una pistola.

Una pistola rosa.

Con brillos.

Papá lo mira molesto y me quita la pistola de las manos.

— Mi hija no es una gánster ¿Qué te pasa?— se enoja.

— No seas aguafiestas...— se burla Matthias con su acento italiano— Es solo una pistolita, Kathia tiene 6 iguales.

— Gracias primo— sonrío.

— ¿Ves? A ella le gusta— sonríe.

Le quita la pistola de sus manos y me la vuelve a entregar.