"En medio de una tormenta de desgracias y mala suerte"
꧁_________________________꧂Narrador omnisciente
El bello y paradisíaco Miami, con sus playas, mansiones lujosas, turistas bellos y la interminable lista de atracciones que hermosean esta famosa ciudad.
Si tan solo no estuviera siendo azotada por tormentas, vientos, rayos y centellas, como es temporada de turismo el clima le da un mensaje a los viajeros: Vengan a Miami con tranquilidad, los enviamos volando de vuelta a su país.
En fin, para quienes están acostumbrados a vivir una tormenta su vida no cambia cuando llueve, pero para los que viven una vida en paz les es difícil acostumbrarse a los truenos.
La vida de Marco era como una tormenta constante, estaba acostumbrado y era feliz en medio de su caos, pero ahora que conoció la paz con aquella chica rubia ya no se encuentra igual de tranquilo.
— No lo soporto, tengo que verla— se sacudió el cabello con las manos.
Acompañado de su loco y atrevido amigo Adam han estado 3 días en prisión preventiva hasta que se esclarezca que son inocentes.
Aunque dicha información ya quedó clara hace dos días cuando no encontraron sus huellas en los bidones de gasolina, pero a la policía le gusta abusar del que no tiene los recursos para llamar a un coronel y pedirle ayuda.
— Aún faltan 4 días Marco, trata de calmarte— le dijo el chico que cabeza café.
— No puedo, tengo que explicarle...— suspiró el pelinegro.
— ¿A qué se refería Bruno?
Es sabido que las apariencias engañan, Marco sabía exactamente lo que su amigo le preguntaba aún qué su amigo sabía perfectamente lo que Marco respondería.
— Hace 3 años cometí el error de acostarme con la hermana de Bruno— suspiró— Jugué con ella, no lo soportó y se suicidó un año después.
— Mierda...
Mentiras, una detrás de otra, no confíen en nadie mis amores, todos dicen la verdad y todos mienten...
— ¿Que le dirás a Romina?— le preguntó el pelinegro
— Ella sabe todo de mí, sabe lo que he hecho y a lo que me dedico— contestó Adam.
Los dos amigos cuya unión comenzó desde hace alrededor de dos años, se acercaron más cuando Clarece se suicidó, la historia de estos dos chicos es larga, sin contar todas las veces que casi terminan bajo tierra por las ideas que Adam proponía.
Mientras Marco sufría por sus errores, al otro lado de la ciudad, en un barrio de mala muerte, en un terreno deshabilitado, se encontraba un agujero en el suelo, detrás de unas grandes puertas de hierro, estaba Bruno Meyer con una bolsa de hielo en la cara.
— ¿Necesita algo más señor?— le preguntó la pelinegra.
La chica estaba de paso por los aposentos de Bruno, le preparaba la comida, cuidaba de él y de su hijo pero también tenía que suplir otras necesidades que no le gustaban mucho.
— Que te arrodilles— le ordenó pesadamente.
El miedo recorrió el débil cuerpo de la mujer, ha sido su esclava por un mes y ha tenido que soportar cada fetiche depravado que le exige el Rey Mörder.
— Señor, he estado aquí todo el día, le limpiado sus heridas, tenga un poco de piedad...— le suplicó.
A Bruno no le importaba el cansancio de su esclava, no le importaba que los moretones de la última vez que la solicitó aún no se borraran, a él solo le importa satisfacerse.
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Dynamite (1)
Teen Fiction"𝑬𝒙𝒑𝒍𝒐𝒕𝒂𝒓𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒖𝒊𝒓" Luego de una experiencia traumática, Isabella Magallanes regresa de su año de recuperacion a reintegrarse a su 4to año de preparatoria. Al llegar sus a...