Capítulo 41

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"Seamos todo lo inefable del mundo"

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"Seamos todo lo inefable del mundo"

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Diego

La observo a través de mis binoculares como sale de la tienda cargada de bolsas y se sube a su auto que aprendió a manejar con ese guardaespaldas que tiene hace unos días, afuera de un hotel.

Conozco a todos los caballos de la zona, incluyendo a esa rebelde yegua llamada Astrid.

Estoy de acuerdo en que Isabella y Astrid tienen la misma alma.

Si no supiera tanto de caballos diría que hasta son parientes.

Astrid es el único equino a la que nunca he podido acercarme. Se supone que soy un criador, los conozco, sé lo que les gusta, pero ella no se deja por nada del mundo.

Por otro lado, está Isabella...

Si pudiera tan solo describirlo...

El ardor en mi pecho cada vez que pienso en ella.

Como la respiración se me agita.

Como las pupilas se me dilatan.

Como la...

— ¿Qué haces? — me pregunta Pietro a mi espalda.

Me quito los binoculares de inmediato y finjo desinterés.

— ¿Ahora me espías? — pongo mi mirada en el suelo.

— No hay que ser idiota para saber que sigues en lo mismo, ella está aquí y siento que vas a quedarte callado otra vez— susurra.

Endurezco la mandíbula.

— Conoces el plan, Diego, yo lo cree junto a ti y junto a los que ahora vas a traicionar ¿En serio vale la pena por ella? — se ríe.

— Ella vale toda la pena del mundo...

Se acerca y toma mi cara entre sus manos.

— Recuerda lo que hicimos, hermano, solo recuérdalo.

Me enfurece que me hable del tema, sobre todo el papel que él despeñó.

— Y tú recuerda cuál es tu lugar en todo esto— me suelto— Y es a mi lado, siendo mi testigo el día que mi boda.

— No sé cómo puedes dormir por las noches...— hace una cara de asco.

— Pues cerrando los ojos igual que todo el mundo.

Suelta una risa sonora.

— Ven, vamos por un trago— se sigue riendo.

Me rodea los hombros con su brazo tatuado y salimos del balcón.

Entramos a la gran sala de mi casa en Puerto Natales, tiene insignias de caballos en todas partes.

— ¿Y Miguel? — le pregunto a Pietro.

Dynamite (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora