—¡Quítate de encima animal salvaje!
—¡¿Acaso ves lo que le hiciste a mi cabello?! Quítalo ahora o juro que te romperé la cara.
—¡Está igual de feo que siempre!
—Feo quedará tú estúpido rostro —y con eso el primer golpe es soltado.
El sonido alerta a los mayores, quienes se encuentran sentados por diferentes sitios de la estancia ignorando lo más que pueden la pelea entre el par de hermanos menores de sus amigos.
Sin embargo hay cosas que no se pueden ignorar, como el conocimiento de que si no intervenían todo empeoraría hasta explotar sobre ellos.—James, Sirius deberían separar a los chicos —Marlene sugiere, observando como ahora Regulus se encontraba sobre Harry hechizándole con su varita.
—Sirius te toca, yo los separe ayer —James dice desde su lugar, dormitando sobre las piernas de Peter mientras este le peinaba el cabello.
—Si si —el heredero Black se levanta despacio, aburrido y hastiado de repetir siempre lo mismo. Apenas se encuentra frente a ellos toma su varita con un movimiento practicado, apuntando a ambos jóvenes, alejándoles un par de metros el uno del otro—. Regulus quita el encantamiento, Harry tú mismo curaras la herida de mi hermano, ahora, los estaré observando.
—Pero...
—Nada de peros chicos, hoy llegan Lucius y Narcissa y juro por todos los dioses que los acusare con ellos si no hacen caso —James interrumpe desde su lugar, sin siquiera mirar al par de adolescentes mientras se arropa con la manta que Remus acaba de colocar sobre él.
Ambos chicos se levantan a la vez ante la orden, dirigiéndose bajo la mirada de todos los presentes a la habitación de Regulus, Harry pasando por una caja de primeros auxilios antes.
—¿Es que acaso no sabes comportarte como una persona normal? —Regulus pregunta mientras el chico comienza a preparar un algodón para desinfectar su herida. Molesto por no poder hacerlo el mismo.
—¿Acaso no sabes quedarte callado un momento? Dolerá así que no quiero lloriqueos o será peor —advierte acercando el algodón a la herida debajo de su ojo.
—¿Por qué no aplicas la pomada de una vez? —pregunta retrocediendo un poco, temeroso por el dolor que sabe sentirá.
—¿Eres idiota? Esto se infectará si lo aplico directamente, mágico o no —Harry explica con un tono de voz relativamente suave, como si le hablara a un niño pequeño, sin embargo Regulus no cede actuando como un cachorro asustado, segundos después su paciencia se acaba. Toma despacio la barbilla del chico, con la fuerza suficiente para mantenerlo estabilizado pero no tanto como para que el toque duela, con delicadeza acerca el algodón a la herida.
Sus rostros están cerca en ese momento, lo suficiente para embriagarse con el olor del contrario, aquel que actualmente se encuentra mezclado con aquel aroma a playa que el lugar poseía. Disimuladamente inhalan para llenar sus pulmones.
No es incómodo, debería serlo para el tipo de relación que tienen, sin embargo se encuentran un poco bastante acostumbrados a estar cerca del otro.
Han estado en una situación similar bastantes veces en el pasado, tanto que cada uno te podría describir cual es el perfume exacto que usan, el olor que la piel desprende o la suavidad del cabello del contrario, pero eso es algo sin importancia.Regulus hace una mueca cuando el algodón finalmente toca su herida, incluso si está siendo tratada con delicadeza poco vista en el chico (considerando que Harry solía tratar el mismo con sus heridas no debería ser una sorpresa) el dolor es inevitable. Tanto que si no tuviera un orgullo inquebrantable le habría lanzado lejos para quejarse en voz alta.
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Con sabor a piña colada.
FanfictionJames y Sirius habían hecho hasta lo imposible por conseguir el permiso para pasar el verano de sus sueños. Y ni siquiera el odio mutuo que se tenían sus hermanos menores lo arruinaría. O dónde Regulus y Harry se odian y deben pasar todo un verano j...