Con sabor a piña colada.

10.

Regulus se siente molesto.

No sabe porque esta tan molesto pero... no, si que sabía porque estaba molesto.

Estaba molesto por su maldita debilidad cuando de Harry se trataba, estaba molesto porque había sucumbido a su estúpidamente natural encanto y le había seguido el juego la madrugada de ese día.

Y estaba aún más molesto porque el ojiverde Potter se estaba dirigiendo hacia el, lo que significaba que lo más probable era que no recordara nada de lo que había pasado entre ambos.

Porque que estaba seguro de que Harry no sería tan descarado para acercarse como si nada hubiera pasado de recordarlo.

Le molestaba porque él se estaba quebrando la cabeza por los besos y las caricias que tuvieron. Porque no puede sacárselo de la cabeza y el contrario no tiene idea.

"Tócame"

Sus ojos se cierran por unos segundos en un intento de evitar sonrojar sus mejillas.

"Anda Reg, por favor"

Y probablemente el sonrojo en sus mejillas no era lo único que tenía que evitar.

Así que, ciertamente, preferiría no recordarlo el mismo.

Había dejado dormir a Harry en su habitación, sabiendo que si Marlene notaba su estado se meterían en más problemas. Para su suerte la rubia parecía haber llegado un poco pasada de copas por lo que no noto la ausencia del chico.

Sin embargo el chico ahí estaba, despierto y junto a él. Regulus no lo quiere cerca en este momento.

—Hey, Regulus —Harry se sienta a su lado, pareciendo aún algo dormido a juzgar su lento parpadeo y la dirección en que su cabello apuntaba—. Yo uhm, quería agradecerte por lo de ayer, ya sabes por —se detiene—, por todo —carraspea, intentando ser más claro—, ya sabes, llevarme, no dejarme ahí, y sobre todo cuidarme —luce verdaderamente avergonzado mientras habla, y probablemente se deba a que no están acostumbrados a agradecerse entre sí por las cosas que hacen.

Aquello le confirmaba que no recordaba nada de lo que había sucedido en su habitación. Y esta allí, sonriéndole y siendo agradable como en mucho tiempo no había sido, como hace tiempo no había intentado.

Y Regulus no sabe qué hacer con aquello.

Así que como siempre, lo arruina.

—No tienes que agradecerme, lo hice porque teníamos un trato, no porque quisiera hacerlo o me preocupara en lo más mínimo —sabe que sus palabras suenan más duras de lo que deberían, sabe que está siendo grosero cuando Harry solo está siendo agradable (por primera vez en años) y sabe que hizo mal.

Y lo sabe porque inmediatamente la sonrisa flaquea en el rostro del ojiverde.
Pero Harry siempre ha sido terco, así que toma aire, sonriendo con un poco más de sutileza mientras vuelve a hablar.

Parecía estarse esforzando, se estaba esforzando por él...

Regulus tiene miedo de lo que eso pueda significar.

—Solo estoy expresando gratitud y...

—No te pedí que lo hicieras —interrumpe, necesitando que se detenga antes de que su corazón comience a latir con más velocidad.

Bien, oficialmente lo había arruinado, eso a juzgar por cómo el contrario ajusta sus lentes de sol, sin ninguna sonrisa en su rostro y sin ánimos de seguir intentándolo.

Harry se había rendido hacía mucho tiempo con el, así que era una sorpresa que lo intentara en una primera estancia.

—Justamente por este tipo de cosas te odio tanto —Harry se levanta de su lugar, cansado.