15.

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Harry no llega a la hora acordada y Regulus siente un vacío en el estómago y un dolor en el pecho que le hace preguntarse si sufrirá algún paro cardíaco.

Llego treinta minutos antes de la hora, temeroso de que si algo lo retrasaba el ojiverde no quisiera darle otra oportunidad de explicarse. Pero han pasado cincuenta minutos desde entonces, y ha llegado a la conclusión de que el Potter simplemente no aparecerá.

Tener el conocimiento de ello hace que se sienta aún peor. Harry no rompe promesas, nunca lo ha hecho desde que eran niños, y el que lo haya estropeado tanto para que esté ni siquiera piense en dejarle explicarse le provoca ganas de saltar de la torre de astronomía.

No puede evitar preguntarse qué si salta y se hiere con gravedad (si es que tiene la fortuna de sobrevivir) Harry correría a él para asegurarse que esté bien. Tal vez eso logre que le perdone.

Pero no lo haría.

No sabe si existe algo que pueda cambiar las cosas de la forma en que él quiere. No están en un cuento, no es tan fácil como simplemente darse la mano y que todo quede en el olvido.

Cabizbajo y con pesar se encamina hacia la salida, su mente trabajando en alguna forma de acorralar a Harry y hacer que él escuche. Sin embargo no logra avanzar demasiado cuando el ojiverde finalmente aparece.

El menor de los Potter luce adorable con su pijama de ciervos y su cabello despeinado. No lleva lentes de sol, lo cual le permite apreciar sus brillantes e hipnotizantes ojos verdes, aquellos que en su momento se atrevió a criticar.

Siente que el corazón se le saldrá del pecho, el vacío se ha esfumado para dejar en su lugar una sensación de nerviosismo que le provoca ganas de vomitar.

No quiere arruinarlo.

—Llegas tarde —pero ser un idiota es su especialidad. Sobre todo cuando se trataba de Harry.

—Lo se. Tuve que escapar de algunos prefectos —responde, encogiéndose de hombros—. Pensé que te habrías ido.

—No podía hacerlo.

—Debiste hacerlo —niega, acercándose al barandal. Si se inclinaba un poco más sobre este caería por más de 50 metros de altura. Regulus instantáneamente se acerca, listo para sostenerlo de tener que hacerlo. No es que a Harry sea idiota o un suicida. Solo es el maldito miedo de que haga lo que sea para alejarse de él lo que lo tiene así—. No entiendo que es lo que quieres.

—Quiero disculparme —dice, mirando el perfil del contrario—. He sido algo idiota, y lo del otro día...

—Estábamos discutiendo —interrumpe, no dejando que se explique—. Dijiste cosas que no debiste, al igual que yo. Solo no fue un buen momento para revelar aquello. No estoy molesto ahora, creo que me lo merecía —parece decidido a no continuar con aquella rivalidad. Pero no suena a el cambio que Regulus espera en ellos.

Suena a simplemente soltar y olvidar.

Lo cual sería perfecto si hubiera algo después del olvido. Un nuevo inicio para ambos.

—No, no lo entiendes. No entiendes a lo que me refiero. Llevo siendo un idiota desde que cumplimos 12 y todos los comentarios ajenos llenaron mi cabeza, no tienes idea lo difícil que fue para mi. Y de lo mucho que me arrepiento ahora de no haberlos escuchado cuando me pidieron que parara. Sirius me dijo que me arrepentiría, pero escuchar a mi hermano mayor y perfecto era lo último que quería hacer.

—Regulus...

—¿Sabías que la única razón por la que me hablaban era por que era tu amigo? Fuera de nuestros hermanos y su grupo de amigos nunca tuve a nadie, ni siquiera a Barty en aquel tiempo. Tu eras mi único amigo, todo para mi, pero estaba tan celoso de que siempre conseguías amigos a donde fueras, tan carismático y llamativo. Siempre mejor que yo sin siquiera intentarlo, mientras que yo lo intentaba tanto, de tantas maneras y aún así seguía siendo "el amigo de Harry" "el hermano de Sirius" —niega, burlándose de sí mismo—. Entonces los conocí, y me llenaron la cabeza de ideas, llego un punto en que pensé que si no podía igualar tu brillo, podía apagarlo.

—¿Cómo fue tan fácil para ti? Yo me quebraba la cabeza intentando alegrarte y hacerte ver que eras suficiente, pero tú simplemente decidiste hacerme eso —cierra los ojos con fuerza.

—No lo era. En slytherin todo se trata de jerarquías Harry, lo sabes. Si estas abajo no eres nada. Nadie te habla, eres el que recibe lo peor. Para el resto de mi familia siempre es fácil, somos Black, usualmente estamos en la cima, pero por algún motivo conmigo no era así. Los mayores decían que no tenia personalidad de líder, que había nacido para ser un peón más y que incluso Sirius era una mejor serpiente que yo...

—Había otras maneras de ganar popularidad. Estatus y poder, pude haberte ayudado derrotar a todos ellos y que tomarás un mejor lugar. Destruir a alguien a quien llamabas amigo no tiene mucho sentido para mi. Incluso en Slytherin la lealtad a los tuyos es importante.

—Lo se, pero-

—Muchas veces desee nunca haberte conocido. Eso me habría ahorrado muchas humillaciones y muchos problemas. En otras ocasiones deseaba que nos tocara un duelo juntos, para así lastimarte tanto hasta hacerte llorar. Por eso disfrute tanto la primera vez que nos metimos en una pelea, golpearte hacía que el peso de cada una de las cosas que cambie para agradarte de nuevo no se sintiera tanto. Eras tan idiota, tu y ese grupo de chicos que se la pasaban humillando a los demás, intenté dejarlo pasar muchas veces pero llego un punto donde no pude soportarlo.

—Me merecía cada golpe. Intente parar en varios momentos pero llego un punto donde no tenía sentido, si no te molestaba tu parecias ignorarme. Tan feliz sin mi presencia —duda en su acercarse sería un error—. Llevábamos tanto tiempo en esto que no sabía si tendría sentido, ¿no es la única forma en la que nos relacionábamos? Una parte de mí temía que si nuestras discusiones terminaban, nuestros motivos para convivir y estar cerca del otro también lo hicieran. No estaba listo para terminar de perderte. Prefería tenerte de enemigo que no tenerte de ninguna manera. Es estúpido ahora que lo pienso.

Harry sonríe de lado, asintiendo—. Si, probablemente. Da igual Regulus. Con el tiempo deje de ser la víctima aquí, solo... solo quiero que esto acabe. Vivir peleando contigo es agotador, y no quiero arruinar la relación de nuestros hermanos por peleas de niños. Soy mejor que eso.

—Somos.

—Si, eso —hace un ademán restando importancia.

—Yo solo... quiero que sepas que en verdad me arrepiento y si pudiera cambiaría todo lo que hice. Había otras opciones e incluso si no hubiera, prefiero tenerte en mi vida de forma positiva a estar en la punta de la cima de Slytherin.

Harry asiente, analizando sus palabras y permaneciendo callado por largos segundos que se sienten interminables—. Lo sé —dice finalmente.

Regulus toma una larga y profunda respiración, armándose de valor.

—¿Me perdonas por todas las estupideces que he hecho durante todos estos años? —pregunta sin saber si es lo correcto. Que lo hayan hablado no significa que merezca ser disculpado.

—Le prometí a James pensarlo, y eso he estado haciendo desde que volvió a casa. Lo más fácil sería solo dejarlo morir y alejarnos, ¿sabes? —le mira, sus ojos lucen brillantes con el reflejo de la luna en ellos. Regulus lo noto por primera vez cuando tenían 10—. Pero nuestros hermanos son pareja, y nuestros amigos están enrollados entre sí, no quisiera hacer incómodas las cosas para ellos.

—Entonces no lo hagas, tu olvidas todas las cosas que te he dicho y yo las tres veces que me rompiste la nariz, las dos que me rompiste una costilla sin contar las diez que me haz dejado inconsciente luego de lanzarme hechizos.

—Debí golpearte más si simplemente ibas a dejarlo pasar —sonríe, pareciendo más tranquilo.

—Puedes hacerlo ahora.

—Podría —niega, mirándole—. Esta bien, seamos una especie de amigos, lo más que se pueda por lo menos.

Regulus no siente que sea suficiente, pero es un buen inicio. Lo demás puede irlo trabajando con el tiempo.

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⏰ Última actualización: Apr 03 ⏰

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