―Tardaron en llegar. ―con una sonrisa, Turquía posó las manos a cada costado de su cadera, parado en la puerta de la sala donde esperaba a Prusia y a la desconocida que tenía problemas por abrir una botella aparentemente difícil de ablandar.
―Tuvimos un extraño y horrífico percance. ―le dijo Prusia recordando haber estado encerrado en ese ascensor para nada asombroso junto con el vampiro y “Eren”.
Turquía los invitó a pasar entendiendo esa historia de lo que podía llegar a ser los cuentos de terror de Rumania. Pero se reía.
Al entrar los dos, Prusia sólo quería terminar con todo este camino por abrir la mugrosa y para nada asombrosa botella. Ya estaba cansado, al principio fue divertido pero tenía mucho qué hacer, como por ejemplo molestar al señorito podrido que cuidaba su oso panda y admirarse en el espejo del baño. En los dos baños. No daba más. Turquía debía abrir esa botella sí o sí.
La chica va a tener que seguir sola si no lo hace.
No es como si a ella le importara. Tenía dibujada una sonrisa sin dejar de mirar al turco. Prusia se asustó, en todo ese trayecto no la vio sonreír de esa manera tan…eh…nivel Francia.
― ¡Norte de Chipre, ven, tenemos turistas! ―Turquía estaba emocionado por la visita, para él eran turistas y ya. Y quería que el turcochipriota intentara abrir la botella, sabía que no lo haría, ¡y si no lo hacía, sería su gran turno! Le gustaba que su hermano menor lo admirara.
Norte de Chipre no era el único que lo admiraba en estos momentos…
Cuando Norte de Chipre apareció, saludó cortes al germano y la chica mortal. ¿Debía cocinar algo para los invitados?
Turquía rió y le palmeó el hombro, explicándole la misión de abrir una botella que había complicado a la mayoría de los países. Prusia se comunicó con él por teléfono hace un bueeeeen rato (cuando el albino estaba en el baño). Así que, su hermano menor tendría el honor de abrirla.
Claro si Anni le pasaba la botella.
―Oye, entrégale la botella. ―le dijo Prusia, pero ella no movía ni un músculo. Tomó medidas drásticas: quitárselas de las manos a la fuerza.
― ¡Ay, mi mano! Bruto…
Prusia chasqueó la lengua, ella tenía la culpa por quedarse como momia. Quizás estaba drogada. Quizás Holanda le dio algo y no se fijó. Ya saben, esas drogas que andan en el aire y te hacían actuar como idiota…
Recordó a España. Holanda debía drogarlo. Un día lo averiguaría.
En fin, Norte de Chipre ya tenía la dichosa botella marca gringa que no auspicia el fic. La miró unos momentos e intercambió miradas con Turquía. Éste le dio ánimos, ¡confiaba en él!
Primero, el turcochipriota se acomodó el fez, inhaló y exhaló. Segundo, medio frunció el ceño y ¡la tapa estaba muy pegada!
―Me quitó todo el aire… ―se sintió como si hubiese corrido una maratón…y era todo lo que podía hacer. Enserio, lo dejaría todo en manos de su hermano mayor.
Turquía soltó una risa compasiva, estando orgulloso del esfuerzo del menor. Era obvio, tantos países que trataron de abrirla incluso Estados Unidos, quería decir que esa botella estaba hecha para él. ¡Era el destino!
―Antes de seguir, ¿quieren un café?
― ¡Sí! ―la chica levantó los brazos.
―Un segundo, estamos apurados. ―contradijo Prusia porque quería terminar con todo esto.
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¿Quién Puede Abrir Mi Botella? -Hetalia- DETENIDA
Fanfiction¡Oh no! Nuestros héroes están en un apuro tremendo y peligroso, porque yo necesito que alguien me ayude abrir mi botella marca gringa que no auspicia el fic, ¡no tengo la fuerza! Así que les pediré a nuestros héroes súper machos si podrían contra un...