―Si abro tu botella, ¿me comprarás ollas?
―Es la sexta vez que digo que no.
No sabía si su situación era peor que negociar con Holanda o Luxemburgo, pero tuvo suerte de no haber pasado por eso, así que su situación negociadora con Egipto era difícil. No le compraría ollas, ¡no tenía dinero! Sólo su helado turco llenaba su estómago. Incluso, Egipto intentó hacer un intercambio de helado por la botella.
Ella se negó.
¡Primero la comida, después los demás! No, primero la botella que ya la tenía al borde del colapso.
¿Le abrirá la botella, sí o no?, lo único que pedía era un poquito de grano de ayuda misericordiosa.
―Propina.
― ¡Eso no es un grano de ayuda! ―simplemente no había caso con Egipto que había metido quién sabe cómo a su camello a la sala donde también yacía Camerún sentado en una silla, de brazos cruzados sobre la mesa, escuchando la radio y viendo televisión al mismo tiempo.
―De acuerdo, deme la botella, veré qué puedo hacer. ―de repente la luz lo iluminó y destellos de los dioses egipcios iluminaron su camino.
La chica se frotó los ojos, pensaba haber visto...no...era su imaginación.
―Detente, Egipto ―antes de que el nombrado hiciera un movimiento, Camerún se levantó acercándose a los dos, mirando a la mortal que daba demasiados problemas con su visita. Bueno, en realidad no era ella, ¡era la botella!―. Ella dijo que ni con magia pudieron abrirla y que las espadas de Japón y Turquía fracasaron.
―Sí, eso dijo. ¿Qué hay con eso?
― ¿No estará hechizada? ―al decir, los dos pegaron la mirada en la botella, literalmente.
Egipto mostró lo serio que era.
―Una maldición. Alguien murió en esta bote-
―No sean ridículos, no hay maldiciones como si fuera la tumba de Tutankamón o Anaksunamun. ―le cortó al instante por ese disparate. Ah...a decir verdad...ya no sabía qué creer con lo que pasaba con su capitalista botella reencarnación del mal. Quién sabe, incluso serviría "El baile de la Momia".
―Entonces, cómo explicas que ningún país lo haya conseguido.
―Y los no países. ―aportó Camerún.
―Este...yo... ―no aceptaría que fuera una tonta maldición, ¡no existían las maldiciones!, mucho menos algo como "Si abres la tapa, liberarás las cinco maldiciones y las siete plagas de la Biblia"― No sé...no sé...no sé... ¡Sólo soy humana y cometo errores! ―se hizo bolita en el suelo.
Camerún le dio palmaditas en el hombro, no tenía por qué ponerse tan sentimental, ¡ellos abrirían la botella con o sin maldiciones! Y para estar seguro de no haber ninguna maldición, Egipto haría la prueba.
― ¿Va a bailar "Baila la momia, baila la momia, baila la momia, porque está de novia"?
―No, y no conozco esa canción tan rara ―le dijo pensativo―. ¿Te la cantó India?
―Aún no llego a esa parte del fic-cruzada. ―le respondió, cambiando la vista hacia el egipcio que ya comenzó con los primeros intentos en abrir la botella, llamando a todas sus deidades. Ni pensar cómo sería Grecia si fuese su turno.
Naah...se quedaría dormido al primer intento.
―No abre ―y eso fue todo lo que hizo Egipto. ¡Gracias por participar!, déjanos tu curriculum, te llamamos! Y era algo que todos sabíamos, ¡no abría!― Pueda no tener una maldición, quizás..., es la señal de Ra.
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¿Quién Puede Abrir Mi Botella? -Hetalia- DETENIDA
Fanfiction¡Oh no! Nuestros héroes están en un apuro tremendo y peligroso, porque yo necesito que alguien me ayude abrir mi botella marca gringa que no auspicia el fic, ¡no tengo la fuerza! Así que les pediré a nuestros héroes súper machos si podrían contra un...