Prologo

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Tomen asiento relájense y disfruten de la historia. Espero y les guste.
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<Todo va estar bien, no tengas miedo, eres fuerte y valiente>

Se repite una y otra vez el pequeño de ojos verdes manteniendo la esperanza de que su padre regrese por el; lo dejo ahí con la mujer de ojos negros donde la vida parece haberse esfumado,  no hay flores ni arboles vivos , tampoco insectos ni cantos de aves, todo es gris y frio,  muy frio, solo aves negras rondan la casona, los demás niños no juegan, no sonríen, solo obedecen a los espectros sin rostro que los vigilan.

Su padre le dijo que se quedaría en ese internado y que ese ahora seria su nuevo hogar  .

-Deja de llorar pequeño ratoncito que eso aquí no te funcionara. - le dice la mujer mientras lo lleva dentro de la casa, pero él no puede parar, tiene mucho miedo y solo quiere a su mamá - ¡Dije que dejaras de llorar! - le grita dándole una bofetada en la mejilla causando que llore más fuerte como cualquier  niño de casi seis años.

La mujer de ojos negros se enfada mas y lo toma de los brazos estrujándolo con fuerza, dándole bofetada tras bofetada causando que le sangre la boca.

- Llora mas fuerte si quieres, no parare hasta que cierres la maldita boca.- le grita sin detenerse. .

Ya no siente su mejilla, sus ojos verdes están empañados por las lagrimas, solo quiere que pare, solo quiere a su mamá .

  <Eres fuerte y valiente>

Recuerda las ultimas palabras que le dijo su madre, las repite en su mente como un bucle para tratar de disminuir la agonía , soporta golpe tras golpe con los ojos cerrados, los recibe todos y cada uno sin soltar una lagrima más .

<FUERTE Y  VALIENTE, FUERTE Y VALIENTE , VALIENTEE.. >

Se siente listo para agonizar hasta morir y reunirse con su mami al fin, estará con ella para no extrañarla mas, para dejar de sufrir por su perdida, nunca le ha dejado de doler, no menos de lo que le duelen los golpes que recibe, solo espera que ese momento llegue rápido.

De pronto ya no siente nada, los golpes se detienen, abre los ojos esperando encontrarse con un par de ojos idénticos a los suyos, pero no son los ojos de su madre los que lo observan, no, estos ojos son como la miel y el sol, brillantes, dulces,  bonitos. Es una niña, lleva un puño de rocas en una mano, tiene el cabello desordenado y su ropa esta rota, muy desgastada, como si llevara mucho  tiempo sin cambiarla, intenta levantarse pero el dolor se lo impide, le duele todo su pequeño cuerpo y sus piernas fallan cuando lo intenta.

- Te ayudo, vamos, tenemos que irnos antes de que la bruja regrese.- le dice la pequeña, ofreciéndole la mano para ayudarlo.

Estando en pie ella le pasa una mano por la cintura y empiezan a caminar lo mas rápido que pueden, cuida de no ir tan rápido para no lastimarlo, están cerca de un pequeño granero cuando escuchan la voz furiosa de la bruja de ojos negros.

- ¡¿Donde estas pequeña cucaracha?!- grita a lo lejos con una voz inhumana- ¡Te llevaste a mi ratón! ¡regresen los dos  o los llevare al pozo y los dejare ahí hasta que los lobos se los coman!- la pequeña no se inmuta, solo sigue caminando.

Finalmente logran llegar al granero y con la respiración agitada  se dejan caer llenos de alivio en un montón de lo que parece ser pasto seco, después de unos segundos ella se levanta y sale quizá por un minuto, regresa con con vaso de agua y una franela seca para empezar a limpiar los golpes con sumo cuidado.

El solo la mira hacerlo, no se mueve.

- Gracias.- Dice finalmente.

- No hay de que, ella es mala con todos solo quise ayudar- dice mostrando las rocas que aun lleva en la mano.

- Quiero ir a casa, tengo mucho miedo. - se abraza así mismo conteniendo las lagrimas.

- No tengas miedo yo te protegeré, puedo enseñarte todos los escondites que tengo, así nos ocultaremos de ella- le dice regalándole una sonrisa con dos dientes faltantes, tiene mugre en la cara, su cabello ondulado es un desastre, en el cuello lleva un dije con un colgante de piedra color verde , esta mugrosa y todo, pero de alguna manera no deja de verse tierna, eso provoca una sonrisa en el rostro del pequeño.

Las siguientes semanas pasan y no se separan para nada, se escabullen para evitar encontrarse con la bruja de ojos negros y hacen todo lo que les piden los espectros sin rostro para evitar llamarla atención.

Él a intentado averiguar su nombre, pero ella insiste en que no puede decirlo , que la llame como él quiera, tampoco le dijo el suyo, así que inventaron nombres, ella lo empezó a llamar O porque cuando ella le enseñaba algo nuevo el solo respondía "Ooo" y él la empezó a llamar Sol, no sabe porque pero solo se le ocurrió; se han hecho muy cercanos, tanto que incluso se prometieron escapar juntos de ese lugar oscuro.

Los pasillos de la casona son muy oscuros por la noche, causándole miedo a él, Sol lo convenció de que salieran a ver las estrellas, según ella nadie vigila la casa a esa hora.

Están a medio camino de la puerta cuando escuchan pasos acercándose.

- Regresemos Sol, tengo miedo.- dice el pequeño.

- No tengas miedo, yo estoy contigo.- le dice soltando su agarre,  se pasa las manos por su colgante de piedra verde muy brillante y lo aprieta con fuerza- Este es un amuleto, me protege de las personas malas .- se lo quita y se lo entrega a el. - mi madre me lo dio por mi cumpleaños, es muy preciado para mi, tómalo, hoy te cuidara a ti y me lo regresas mañana ¿vale? -le dice con una sonrisa en el rostro.

Él asiente con la cabeza tomándolo con fuerza y siguen caminando con seguridad de manera sigilosa.

La emoción lo invade a mitad de camino, mirarán la estrellas juntos, los dos, como él solía hacer con su mami, finalmente llegan a la salida y habré la puerta sonriente, pero esa sonrisa se convierte en terror puro cuando la bruja de ojos negros lo toma con fuerza de la mano gritando, intenta zafarse pero no lo logra, ella es mas grande y fuerte, Sol le da un un mordisco a la bruja con tanta fuerza que la bruja lo suelta.

- ¡Corre O! ¡corre! ¡corre!- grita Sol con todas sus fuerzas, una y otra vez hasta que  su voz se va haciendo lejana, él no mira atrás, corre y corre hasta que llega a uno de sus escondites secretos donde se refugia  esperando por ella, aun apretando el colgante con todas sus fuerza.

No esta seguro de cuanto ha esperado, pero la luz del día ya empieza resplandecer, la espera y la espera pero ella nunca llega.


No esta seguro de cuanto ha esperado, pero la luz del día ya empieza resplandecer, la espera y la espera pero ella nunca llega

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