Capitulo 9

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Kira

Intento abrir los ojos, pero mi visión está borrosa, aun así logro distinguir una silueta moviéndose de un lado a otro frente a mí, la luz es muy intensa y no me permite distinguir de quien se trata, su voz es un como un eco para mis oídos y no capto nada, me siento totalmente agotada, los ojos se me cierran involuntariamente.

Solo deseo descansar un poco más.

No sé cuanto tiempo logre dormir, pero cuando abro los ojos nuevamente me doy cuenta de que ya está anocheciendo gracias a la pared de vidrio con frente a mí, confundida, me incorporo del sofá en el que estoy y volteo a ver el lugar donde me encuentro, es un lujoso enorme departamento con muebles negros y decoración que hacen juego con las paredes de colores neutros.

Donde estoy?.. Trato de recordar como llegue aquí, pero los recuerdos de Lis cayendo al suelo y la angustia en el rostro de Liam, es lo único que me trae mi mente una y otra vez. Mi madre y Liam, deben estar muy preocupados por mí, Lis!... ella... ella esta  bien, tiene que estarlo, pero y si... si está muerta? No, no, eso no puede pasar. Todo esto es culpa mía, si yo no la hubiera involucrado en mis cosas, ella estaría bien, debía ser yo la que estuviera en su lugar, no ella.

Con una mano me sobo la cabeza tratando de relajarme, no me puedo permitir pensar en lo peor, necesito salir de aquí y regresar con mi familia. Necesito saber como está mi Dama y única amiga, quiero estar a su lado, ella me necesita.

Liam, necesito llamarlo, él podría venir a buscarme y llevarme al palacio a salvo. Me apresuro a una puerta a poca distancia de la sala, la abro esperando encontrar la salida, pero lo único que encuentro es una gran habitación un poco oscura, las sabanas de la cama están revueltas, la puerta a la terraza está abierta dándole paso al fresco viento que mueve los cabellos sueltos al frente de mi cara, no quisiera verme a un espejo seguramente soy un desastre, apresuradamente empiezo a buscar un teléfono en la habitación el mío lo deje en el palacio.

Me adentro a la recámara, acercándome a la cama, estoy a punto de abrir el cajón del buro mueble a su lado cuando una mano toma la mía dejándome paralizada, el olor fresco a fragancia masculina inunda mis fosas nasales en segundos.

-¿Ahora que intentas robarme, hermosa?-  pregunta esa voz familiar que últimamente se ha empeñado a estar en mi camino.

-¿Acaso eres una ladrona?- Molesta volteo a enfrentar al hombre, estoy segura, es el culpable de que yo esté atrapada en este lugar.

- Ya le dije que no me llame hermosa, señorrr.- enfrento al hombre de ojos verdes que bese para escapar de Ethan y al que le di una cachetada esta tarde; él solo levanta una ceja como si el término lo ofendiera, es joven, pero como debería llamarlo si no sé su nombre aun.

-Y yo no soy una ladrona, solo buscaba algo para el dolor de cabeza ¿Además, que estoy haciendo aquí? Primero me acorrala en la calle y ahora me secuestra.- intento cambiar el tema a la defensiva.

-Si quisiera secuestrarte Hermosa, te aseguro que no estarías en mi casa.- dice seriamente.- Y no soy yo el que anda por ahí besando y golpeando a desconocidos- resalta la palabra sin despegar su intensa mirada de ojos verdes sobre los míos. Está claro que no olvidará lo que hice fácilmente.

- ¿Y busca una disculpa o algo por el estilo, es esa la razón por la que me trajo aquí?.- el hombre suelta una bocanada de aire y le ruega a no sé quién por paciencia en voz baja.

- Te traje aquí porque estabas en estado de shock y eso te causo un ataque de pánico, lo único que hice fue ayudarte después de que me diste una cachetada, cualquiera en tu posición me agradecería de que le haya evitado ser aplastada por una multitud de locos fanáticos royalistas y no sería tan malcriada. - ¿Acaso me acaba de llamar malcriada?.- Por el estado en el que te pusiste, apostaría que eres otra gran admiradora de la chica mimada, caprichosa y engreída que tienes como Princesa.

Princesa de CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora