Princesa de Cenizas

Capítulo 13

Kira

En algún punto del transcurso de camino al instituto debí haberme quedado dormida, ya que me sobresalto con el ruido exterior de la multitud que clama mi nombre y por un segundo me encuentro desorientada, pero Ellis aun sosteniendo mi mano a mi derecha, me indica que estamos por llegar y debemos prepararnos para salir a dar el saludo al público. Antes de marcharnos intentaron llevarla en otra camioneta, la cual tomaría una ruta diferente, pero me negué a separarme de ella, Ryan estaba muy molesto porque según él arruine su estrategia de seguridad, pero por la condición de Lis no podía dejarla sola, el solo echo de que esté aquí me preocupa, ella necesita descansar.

Terry se detiene justo afuera del enorme portón dorado con las iniciales de Kelme College en cada una de las rejas, no me permito ver más allá de eso, ya que cuando mi amiga intenta levantarse me da un apretón en la mano y hace una mueca de dolor provocándome un escalofrío de solo pensar el dolor que está enfrentando.

- Espera aquí, yo iré sola...- Lis me toma aire y levanta su mano libre en señal de que no siga hablando.

- No te dejaré sola Kira...-respira una vez más llevando la mano a su abdomen, como si el solo acto fuera esfumar su malestar.- Sé lo mucho que te pone nerviosa ver a tantas personas en un solo lugar.- Asegura y no me sorprende lo bien que me conoce siempre me cuida, pero hoy soy yo la que quiere cuidar de ella.

- Hoy no se trata de mi Ellis.- la miro a los ojos y ella a diferencia de mí ya no lleva el velo cubriendo su rostro. - Tienes que cuidar la herida, los puntos podrían abrirse.

- Vamos solo serán algunos minutos.- intenta salir del auto nuevamente ignorando mis súplicas, pero la detengo negándome a soltarla.

- Tienes que cuidarte!- volteo a ver a Terry en busca de apoyo, pero él actúa con indiferencia.- Sé qué arias lo que fuera por mí, lo sé, y por eso te amo... pero por tu bien hoy necesito que te quedes aquí.

Intento razonar con ella, pero tiene esa mirada en su rostro. La mirada que hace al levantar el mentón seriamente, la que me dice que no cambiara de parecer, diga lo que diga. Ellis es tan terca.

- Claro que lo haría ayer, literalmente recibí un disparo por ti.- Bromea y me sonríe dulcemente, pero al ver que no me causa ninguna gracia sigue hablando.- Lo volvería hacer sin pestañear.- No me merezco su lealtad y cariño aún tengo que decirle del futuro que le espera atada a mí. Estoy a punto de confesar la verdad cuando la voz molesta de Terry resuena dentro del coche.

- ¡Tu Princesa te ordenó que te quedes en el auto!. - Veo como el dolor aparéese en el rostro de mi amiga y no dolor por su herida precisamente. Eso me hace querer golpear al idiota de Terry, no tiene derecho a usar mi título para persuadirla, eso es un golpe muy bajo. No es una orden, nunca le doy órdenes a Ellis, él lo sabe y es como si quisiera recordarle quien soy en verdad.

Me doy cuenta de que es la única manera en que ella se quedara aquí, así que salgo del auto sin decir nada más. Los gritos alegres de la gente me reciben y al notar el velo, el cual me identifica, los gritos se intensifican, trato de calmar mis nervios y empiezo a saludar con la sonrisa más brillante y falsa que tengo en mi rostro. Personas de todas las edades intentan de todo para atraer mi atención, noto a un joven con mi nombre tatuado en la frente, pequeñas con coronas en sus cabezas, hay incluso jóvenes de mi edad con carteles creativos en sus manos.

De pronto mi nombre es remplazado por un canto "Está Viva" una y otra vez lo repiten algunos incluso lloran de felicidad al verme de pie, Viva. Atraída por ello, empiezo a caminar hacia la línea de contención, acercándome a ellos, ignorando la voz de mi padre en mi cabeza, "la realeza no interactúas con las personas, nunca tenemos contacto físico con los inferiores"