Capitulo 14

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Kira

Contengo el aliento ante la voz tranquila y aguda de Aiden, intento responderle, pero las palabras no me salen, es como si por un minuto perdiera la habilidad de articular palabra alguna. Mi corazón se acelera y me quedo inmóvil. Cierro los ojos trayendo el recuerdo de sus intensos ojos verdes. Tenía tantas cosas en la cabeza que me había olvidado que había tomado prestado, esté celular.

— Me robas en mi propia casa...— el dueño del celular y víctima de mis jugadas contra el destino suelta un suspiro leve, el cual no sé si interpretar como diversión o irritación.

— Debo admitir que eres en efecto una ladrona muy astuta.

— Yo no soy una ladrona.

— A ¿no?.— se aclara la garganta.

— Además de ladrona mentirosa.

— Señor, yo no le robé nada, solamente tomé algo prestado al estar retenida contra mi voluntad en su casa, donde me vi obligada...

— A escapar.— termina molesto, logro escuchar su respiración y el olor a fresa con menta, párese proyectarse en mi mente. Concéntrate.

—Ahora soy el malo, ¿yo? Y no la chica que ha tomado más cosas de mí sin permiso que cualquier otra persona.

—Que...— intento contradecirlo, pero sigue hablando claramente irritado.

— No tengo tiempo para estarlo perdiendo con una chica inmadura como tú, así que estate atenta que tomaré de vuelta lo que me robaste.

— inmadura...— la línea se corta dejándome con la boca abierta. Me dejo hablando sola, increíble.

—Insensato, mal educado ¿Cómo se atreve a llamarme inmadura por segunda vez?— Desahogo mi molestia al gritarle al celular en mi mano. No me detengo a pensar en lo escupida que me veo hablando sola.

Todo el mundo se la pasa insinuando y asegurando que lo soy, pero cómo podrían saberlo. El hecho de que sea callada o reservada no significa que sea malcriada, inmadura o caprichosa. Me doy cuenta de que con Aiden no ha sido así, me la he pasado a la defensiva, cuando claramente fui yo la que se ha aprovechado de él.Admito que en este caso fui un poco grosera, el hombre lo único ha hecho es ayudarme, involuntariamente, pero lo hizo. El remordimiento y vergüenza ante mi actitud hacia él me acechan causando que sus palabras vengan a mi mente.

«Tomaré devuelta lo que me robaste»

¿Cómo lo tomará si no sabe dónde encontrarlo? Porque no sabe ¿verdad?. Al menos que...

— No puede ser...— me siento más frustrada al revisar y darme cuenta de que la ubicación del dispositivo está encendida.

Es posible que Aiden sepa donde buscar exactamente ¿Y si decide venir a buscar su teléfono? Significa que lo veré de nuevo. No, él no puede venir y llegar a uno de los colegios más caros del país, eso conllevaría responder muchas preguntas que podrían dejarme al descubierto, él no puede saber que soy la princesa heredera. La frustración se convierte en nervios y preocupación.

No creo que se moleste en venir hasta aquí ¡Es solo un celular!. ¿Cómo lo sabes ni siquiera lo conoces?

No me detengo a pensar, solo actúo, me cambio con la ropa casual que prefiero sobre los vestidos, evitando cualquier rastro de color rojo. Tomo mi mochila y salgo por la puerta, no sin antes observar a mi amiga completamente agotada, Lis debió hacerse quedado dormida en algún punto de mi argumento con el chico de ojos verdes. El cual no quiero recordar su nombre porque me molesta demasiado. Ya que si no fuera por sus palabras antes de colgar no me estuviera viendo obligada a salir nuevamente a la ciudad.

Princesa de CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora