Princesa de Cenizas

Capitulo 18

Kira.

  Han pasado tres semanas desde que accedí a la locura de Aiden para saldar mi deuda con un beso, una cita y un robo. Suena simple y para cualquiera otra chica no sería un problema cumplir con los tres requisitos y terminar de una vez por todas con esta locura, la cual me ha mantenido despierta más días de los que me gustaría admitir, pero no resulta que el costal de músculos tenía sus propios planes y el muy osado plantío sus propias reglas. Lo que más me molesta de toda esta situación es que me exigió algo para luego desaparecer. Llegue a la conclusión de que esta es su estrategia, quiere volverme loca.

Es estúpido e inmaduro, pero la idea de un poco de adrenalina y locura
me emociono un poco como princesa, mis actividades están monitoreadas y tengo muchos límites que no me permiten la facilidad de ciertas cosas, como salir con chicos, pasarla bien y no es que quiera, pero si al menos tuviera la opción de elegir con quien pasaré el resto de mis días sería genial. Así que si, lo admito su idea me emociono, algo de libre albedrío y diversión es bienvenida. Por eso acepté su juego si eso me brindaría un poco de distracción ...<Y volver a verlo no suena mal>.

Aparto la vista del teléfono en mi mano y empiezo a dar pequeños golpecitos con los dedos en mi pierna. ¿Es estúpido que haya dedicado una gran cantidad de mi tiempo viéndolo los últimos días esperanzada de que aparezca un mensaje o alguna llamada?.. Si definitivamente Aiden quiere torturarme. <O tal vez ya ni siquiera te recuerda>.

Hermosa, pequeña, linda... Eviorha... Me es inevitable pensar en las maneras que me ha llamado, no entiendo por qué se niega a llamarme por mi nombre, preferiría que me llame de cualquier manera menos Hermosa, mi padre suele hacerlo con una su voz llena de odio y resentimiento cada vez que cometo alguna falta, así que he llegado a detestar la palabra.

Eviorha. Su seductora voz resuena en mi mente, sus ojos viéndome, sus manos tocándome...

—Kira salemos en cinco, los fotógrafos te estarán esperando después de la asamblea.-Me obligo a salir de mi cabeza y dejar mis tontos pensamientos sobre Aiden a un lado.

Termino de arreglarme mientras
Lis come su desayuno, no logre convencerla de quedarse a descansar porque aunque ya está mucho mejor de la herida de bala, me preocupa que ella no esté cómoda.

Hoy es el día que el colegio Kelme habré sus puertas a los alumnos, incluyendo los becados, quienes nos presentaremos hoy en la asamblea de bienvenida.

El día que había estado esperando desde que tengo memoria, finalmente ha llegado, asistir al colegio. Estaba tan emocionada cuando gane la beca, fue algo que logre con mi propio esfuerzo y no por mi título o apellido, pero esa emoción se esfumó cuando mi padre descubrió mi debilidad y lo uso en mi contra. En realidad nunca he vivido una vida que me pertenezca, más bien soy como una pieza de ajedrez que él va moviendo a su antojo y yo no tengo el poder para hacer algo al respecto, él tiene el control, el poder, la corona... Yo no soy nada.

Me acercó a mi balcón con vista a la fuente frente a la entrada del colegio, donde la larga fila de autos espera para dejar a los recién llegados, alumnos de todas las familias más influyentes cruzan las puertas alegres irradiando entusiasmo por el reencuentro con amigos y compañeros. El solo ver este momento me provoca una presión en el pecho, el pensar que esto es solo un sueño para mí, un sueño que terminara en el momento pongan una corona en mi cabeza y un anillo de compromiso en mi dedo, dos cadenas diferentes pero igualmente inquebrantables... <Ya basta de lamentarse, no ganas nada atormentando con tu inevitable futuro, solo vive lo mejor que puedas hasta que ese momento llegue >

Dejo salir un suspiro y me limpio mis sudorosas manos a los costados de mi vestido. Estoy a punto de darme la vuelta cuando noto un convertible gris entrando a toda velocidad por las lejanas rejas del Colegio, mientras más se acerca más logro escuchar la música electrónica a todo volumen y en cuestión de segundos ya está frente a las puertas principales.