Princesa de Cenizas

Capítulo 8

Kira

Mi mente sigue un poco confundida por lo que acaba de pasar, me intriga el hecho de que haya encontrado al mismo chico de la discoteca ¿Como rayos me reconoció?, creí que recordaría lo de la otra noche, muchas cosas suelen pasar en ese tipo de lugares y se olvidan al instante que se cruza la puerta, pero al parecer el extraño de ojos verdes no lo olvido. Eso no importa ya, lo de hoy fue una coincidencia y no creo que se vuelva a repetir, no lo volveré a ver, no veré más esos ojos deslumbrantes y ese rostro tan perfe... pero que estoy pensando, como si me importara volver a verlo. ¿Me importa? No, para nada.

Aún sigo caminando como loca después de escaparme de él, volteo a ver de vez en cuando para asegurarme de que no me haya seguido, seguramente ya noto que me fui, no debería importarme el cómo reacciona o no, pero no sé por qué sigo pensando en alguien que me acorrala en medio de la calle.

Pero la manera en la que me veía, sus palabras, TE ENCONTRÉ, ERES Tú. Siguen grabadas en mi mente, ¿a qué se refería? ¿Y Si de algún modo descubrió quién soy en realidad? No, esto no es nada bueno, como no me di cuenta antes, ahora tengo más razones para no volver a encontrármelo, no puedo poner a mi familia o a mi misma en peligro, el pánico amenaza con invadirme por culpa de las dudas en mi cabeza.

El sonido de la Torre del reloj situado al centro de la plaza me saca abruptamente de mis pensamientos, eso me indica que la conferencia debió haber empezado ya, la gente empieza a caminar hacia ahí mientras yo camino en sentido contrario, ellos no quieren perderse la oportunidad de escuchar las noticias sobre su princesa, pero yo solo quiero estar lo más lejos posible de esa tarima, rezo para que todo esté saliendo de acuerdo al plan con Ellis.

Volteo una última vez y observó la gran torre del reloj al centro de la gran plaza dándome cuenta de que solo me queda una hora para regresar a tomar mi lugar, quisiera poder tener más tiempo, no hay nada que hacer así que solo me dirijo al lugar, que he querido visitar desde hace algún tiempo, pero no podía porque mis escapes son nocturnos y esos lugares cierran por la noche.

Emocionada abro la puerta que hace sonar la campana de la librería, al estar dentro lo único que hago es inhalar el olor a libros o como yo lo llamo, mi felicidad, leer es una sensación tan increíblemente que no hay palabras para describirla para muchos son solo letras y páginas, pero para mí es un escape de este mundo para vivir en muchos distintos, al leer no tengo que preocuparme por lo que será o lo que fue. Talvez no oculte mi emoción al ver los estantes repletos de libros porque la encargada del lugar, una mujer joven de cabello rizado y gafas, se me acerca.

- Bienvenida a" Tesoros con letras". - me recibe con una sonrisa en el rostro.- ¿Necesitas que te ayude en algo linda?.

- Gracias, es usted muy amable, solo pasaba por aquí y aproveché la oportunidad de visitar el lugar. - le respondo tímidamente.

-Siéntete cómoda, no muchos vienen por aquí, es una librería pequeña, está cerca del palacio y los turistas prefieren acercarse a la reja del castillo rezando tener una oportunidad de ver a la princesa.

- Es una pena, algunas personas, no logran entender las maravillas de los libros ¿Además, quien preferiría ver a la princesa en lugar de entrar a esta cálida, y hermosa antigua librería?.

El comentario logra sacarle una sonrisa a la mujer. La campana de la librería vuelve asonar interrumpiendo nuestra conversación.

- Anne, no vas a creer esto!.- las dos volteamos al escuchar la voz emocionada de una joven.

La chica de cabello cobrizo levanta la mirada de su celular revelando unos ojos grises radiantes de felicidad, es joven, no podría ser mayor que yo. De la nada se lanza abrazar a la mujer a mi lado, empezando a saltar y gritar de emoción. El escándalo empieza a atraer la atención de las pocas personas en la tienda, ya que se acercan a nosotras.
Verlas así, riendo tan felices, me hace preguntarme, sí es así como es la felicidad de una joven con una vida normal el celebrar las cosas pequeñas, tus logros y los planes de tu futuro.