ROMPE CRANEOS (Reescribiendo)

CAPITULO 47

CAPITULO 47

ANTONI.

La nicotina comienza a hacer efecto en mi sistema, tranquilizando la ansiedad que siento recorrer todo mi cuerpo. Vuelvo a dar otra calada al cigarrillo sintiendo como mi cuerpo se duerme, me siento bajo el agua, sin presiones ni contradicciones, la sensación es tan satisfactoria que re busco otro cigarro para cuando termine este.

El canto de las aves se oye a lo lejos, intento cerrar los ojos para sumergirme en la oscuridad de mis pensamientos donde me encuentro sosteniendo en mis brazos a la mujer que amo.

Francisscana Ivanova Maffec.

Sus cálidas manos sostienen mi rostro, llevándome a la lejanía de la paz mientras sus ojos avivan el fuego que siento cada vez que la veo. He soñado con probar su dulce boca toda mi vida, poder decir que es mía y ser de ella.

---Señor---la interrupción abrupta me saca de balance, empeorando mi mal humor---Zach Dubois lo solicita.

El aire se vuelve denso y pesado, la lentitud de mis planes solo está cocinando la obra maestra para el final---Háganlo pasar---le respondo después de unos largos segundos.

El hombre se retira y yo tomo el otro cigarro, preparándome para encenderlo y sentir los efectos tranquilizantes de la nicotina.

---A tu perra la tienen en Costa Rica---digo cuando siento las pisadas tranquilas del francés que atraviesa mi jardín.

---No he venido hablar aquí de muertos---dice sentándose, lo observo por unos escasos segundos y veo como su rostro se encuentra desencajado---los maras la tienen, ya es caso perdido.

--- ¿En qué puedo ayudarte ahora? ---pregunto dándole otra calada al cigarrillo---no puedes estar mucho tiempo aquí.

---Necesito la ubicación de Francisscana---mi sonrisa no se hace esperar con la sola mención del nombre de la pelirroja.

---No la tengo---miento con facilidad--- ¿Para que la necesitas?

---Todo este tiempo has tenido las ubicaciones---dice estrellando el puño contra la mesa que nos separa, mis hombres se alertan, apuntándole directamente.

Levanto la mano para que no vayan a disparar, indicando que todo está bien.

---Todo este tiempo ella estuvo sin la protección de tu hijo---vuelvo a mentir---ahora toda la atención de él, está sobre ella---me explico--- ¿Para que la quieres? ---vuelvo a insistir.

---Necesito matarla de una vez por todas---intento contener las ganas que me dan de acabarlo yo mismo---esa perra no solo es una puta que ha sabido meterse en la cama de mi hijo, enamorándolo, alejándolo de su propósito.

---Su propósito siempre fue matar al asesino de Lirofv---me rio ante eso---a veces me haces dudar de tu capacidad cognitiva.

---No me quieras hacer ver como un estúpido---se saca el saco, arremangándose las mangas de la camisa---a un no entiendo como conectó ciertos hilos.

---No tengo la ubicación---suspiro---debo pedirte que te retires---señalo el lugar por donde vino.

--- ¿La sociedad terminó? ---ignora mi pedido y mi poca paciencia está llegando a mi limite.

---Se retiró, quedándose solamente con los negocios legales.

--- ¿Cuáles serán tus pasos? ---pregunta y yo me levanto de mi puesto, alejándome de su presencia.

Mi mente comienza a trazar los pasos y líneas que debo seguir, y lo primero es deshacerme de él.

--- Voy a quedarme aquí por hoy---dice detrás de mí, empeorando mis planes.