CAPITULO 24

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"Las contradicciones del corazón jamás serán entendidas por la mente, nuestra parte racional siempre actuará en beneficio nuestro, pero ¿Quién le explica eso a nuestro terco corazón?"

CAPITULO 24

DYLAN.

Cierro la puerta y no me detengo a espiarlos, mi nivel de masoquismo con ella no llega a esos niveles.

Tomo el teléfono satelital que siempre cargo conmigo para llamar a Dulce. Marco el número de la morena con la que me crie.

---Hola preciosa, ¿Cómo van los estudios?---digo apenas contestan en la línea.

---AMOR---el grito que pega me hace despegar un poco el teléfono para que no me rompa el tímpano---todo va excelente, dentro de poco me graduare, mi tesis ya está terminada---me cuenta--- ¿a qué debo el honor?

---Necesito que nos encontremos, estoy en Italia, partiré a Tokio dentro de poco---le digo causando que grite de emoción---asuntos de trabajo Dulce.

---Cualquier excusa es bien aceptada para mí---suspira como loca---llevo tiempo sin verte, te extraño.

---Yo también te extraño princesa, pero el punto es, que necesitaré rutas para transportar la mercancía, rutas de escape y casas de seguridad alrededor del mundo---le digo con antelación para que vaya organizando eso---tus empresas lavaran mi dinero nuevamente, solo por un corto tiempo---finalizo.

---Todo lo que quieras lo tendrás si me llevas a dar una vuelta---el ruido del tráfico me dificulta escucharla.

---Por supuesto princesa, cuando esté allá hacemos lo que quieras---término la llamada, quedando al pie de la escalera.

Varios hombres entran y salen con muchas cajas que son dirigidas por esta niña rara que en cierta forma me recuerda a Fedora.

--- ¿Y Faddei?---le pregunto a la francesa que da un salto cuando le dirijo la palabra---tranquila.

---Solo no te sentí llegar---me dice guardando distancia.

---Maara necesito que te hagas cargo del operativo que llevaremos en Nigeria, concentrada---Laureano le señala con su dedo---luego terminaremos de evaluar tus conocimientos sobre las finanzas---se voltea a mirarme--- ¿A dónde vas?

---Parcero estoy buscando a mi cuñado Faddei---le digo rascándome la nuca--- ¿Lo has visto?---le pregunto mirando a todos lados.

---En las caballerizas con la rubia---señala el camino por donde lo encontramos cuando estaba pintando a Franc.

---Gracias nea.

Sigo mi camino, pensando en lo ocurrido, sus palabras y las decisiones que he tomado con respecto a ella.

Me he mostrado tal cual soy, no puedo decir que soy de esos hombres que se me dificulta mostrar mis sentimientos, porque cuando amo quiero gritarlo al mundo y sé que ella se merece algo así, pero me lo hace tan difícil.

Pateo una piedra mientras sigo el sendero, es la primera vez que estoy en Italia, el paisaje es de admirar, nada comparado con mi tierrita, pero no puedo negar que tiene encanto este país.

El rancho del ruso está en una montaña, un buen punto para ubicarse.

El olor a uva se hace más presente y la luz de la luna brilla con tal intensidad que me hace admirarla, desde esta altura parece que puedo tocarla si estiro mis dedos.

Los caballos se encuentran relinchando, la caballeriza se observa a lo lejos junto con los viñedos, y dos figuras se observan en la penumbra.

Deben ser ellos, así que me aproximo mirando mis zapatos. No pude enamorarme de otra, tuvo que ser ella.

ROMPE CRANEOS (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora