ROMPE CRANEOS (Reescribiendo)

CAPITULO 8

CAPITULO 8.

LAUREANO

Hace dos horas llegue a Massachusetts Estados Unidos, aquí tengo un club nocturno para personas adineradas, donde vienen puros niños ricos a gastar el dinero de sus padres, a mi realmente no me interesa de quien es el dinero, después que yo tenga como legalizar parte de mi dinero me sirve, como estoy en el anonimato, en Rusia no me buscan y mucho menos en mi país.

Todos mis negocios son legales, pero con todo el dinero de las drogas, la trata de blancas y otras cosas, tengo mucho más dinero que legalizar, así que solo abro negocios exitosos, ante los ojos del mundo solo soy un nuevo rico.

Acordé con Balastros y Romanov encontrarnos aquí en este lugar, debo organizar los negocios que tenemos juntos, aclarar ciertos puntos con las ganancias y otras cosas más.

Estoy hablando con uno de los senadores que se encuentra aquí, muy desagradable este hombre. Cree que por tener dinero puede pisotear a los demás.

---Señor Smith, ¿se siente a gusto? –le pregunto por cortesía, no me importa si no lo está.

-–Claro que si joven Laureano, es un lugar increíble lo felicito por este magnífico lugar—responde muy energético, ya mi nombre tiene resueno en muchos lugares, no me sorprende que se sepa mi nombre, asiento y me marcho.

Tengo que volver al reservado que tengo, un lugar estrictamente para los negocios, mis hombres me informaron que Romanov ya estaba esperándonos. Saludo a un par de personas, observo lo que se ha convertido esto, muchas drogas, mujeres desnudas, armas, menos mal y tengo a la policía de mi parte.

---Preciosa te presento a mi socio---la voz de Antoni me hace dar vuelta, sostiene la mano de una hermosa mujer.

Una rubia rojiza, realmente alta, pero no tanto como yo. Unos enormes pechos, esas piernas largas y esbeltas, una cintura pequeña, hermosa sonrisa, esa piel, Dios esa piel parece una muñeca de porcelana y es demasiado pálida, sus ojos se encuentran con los míos. Camino en su dirección, mis ojos no pueden apartarse de ella, ese vestido rojo me tiene volando la mente, ¿de dónde habrá sacado Antoni a esta mujer?

---Laureano Bianchini---digo mientras estrecho su mano, sus delgados dedos me dan un leve apretón, veo que el italiano la mira con extrañes.

---Francisscana Maffec---su acento es muy marcado, es Rusa.

---Un placer señorita---le digo aun sosteniendo su mano---muy hermosa su acompañante---le digo a él joven que nos mira con escudriño.

---Por supuesto---sus palabras traen de vuelta a la realidad a la pelirroja, parece una Barbie.

--- ¿Vendrá con nosotros?---muy hermosa y todo, pero en este negocio no se puede confiar en nadie.

---Sí, es de mucha confianza, nos criamos juntos---asiento no muy convencido. Caminamos un poco más, y observo que Romanov está tomando, sentado en la única mesa de esta sala, muchos hombres para mi gusto.

---Antoni---dice el ruso, se levanta con una sonrisa, su mirada viaja hacia la mujer que está a su lado, su piel palidece---Anastasia---su voz es casi un susurro pero audible.

--- ¿Disculpe?---veo la tensión en las palabras de la Barbie.

---Eres idéntica a ella---se acerca en su dirección, tomando su mano, Balastros se pone a la defensiva, arrebatándole la mano de ella.

---No sé de qué Anastasia me habla---pero creo que Antoni sí.

---Es solo que---la vuelve a mirar--- ¿Cómo te llamas?----le pregunta.